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jueves, 23 de junio de 2011

Contra viento y marea

No cabe duda de que Honduras fue un digno rival. Se plantó bien en la cancha, cerró espacios y complicó el accionar tricolor que, para colmo de males, no dio un buen partido y eso hace aún más meritoria la victoria. México supo imponerse a su similar de Honduras aún y cuando estos evidenciaron muchos de los problemas que se han presentado en su accionar.

Honduras es un equipo con mucho más oficio que la mayoría de las selecciones centroamericanas. Supo llegar a semifinales y avanzó en el certamen jugando de menos a más. No sorprendió a nadie y mucho menos al Chepo ni su accionar ni su entrega. Jugó fiel a su estilo, un estilo que ha sabido respetar Suárez y quien ha sabido construir esta selección con orden pero sin quitarle ese sabor propio que los ha caracterizado siempre.

México sufrió de nuevo y se vio lento y sin coordinación por largos trechos pero supo sacar la casta y suplir su falta de futbol con ganas, entrega y pundonor. Si bien el marcador final ha impulsado a la prensa capitalina a incluir titulares como "México fue un titán" (ESTO), todos reconocen que el TRI fue exigido por Honduras en el partido más complicado en lo que va del torneo.

El TRI luchó en todo rincón de la cancha pero su falta de creatividad dejó al Chicharito prácticamente sin balones en la mayor parte del partido.  Si bien el Chepo anunció una formación con 3 defensas, 4 medios y 3 delanteros, en realidad México jugó un 4-4-2.

Talavera salvó un gol de último minuto que hubiera dado la clasificación a Honduras. Paró bien aunque tuvo muchas dudas en la salida y constantemente tuvo que recurrir al rompimiento. La defensa estuvo integrada por Márquez y Moreno en la zaga central y Juárez y Salcido en las laterales. Ninguno de nuestros centrales está en su mejor momento. Moreno aporta mucho en las jugadas a balón parado tanto ofensiva como defensivamente pero se vio carente de ideas a la hora de salir jugando e incluso arriesgo de más el balón en algunas ocasiones. Márquez se ve cansado. Si bien de un tiempo atrás se ha visto lento en su reacción, esto se ha acrecentado mucho más en este torneo y lo peor es que su otrora pase largo que era tan peligroso, no es más que un bonito recuerdo. Ambos optaron mayormente por pases laterales para no arriesgar tanto el balón o bien por balonazos, que no pases, al frente cuando los hondureños lo copaban. Juárez sigue impreciso, con ganas pero sin futbol, cometiendo cualquier cantidad de faltas y poniendo en serias complicaciones a su equipo con jugadas a balón parado muy cerca de su área y Salcido otra vez quedó a deber, su aporte ofensivo se vio mermado tanto por la presión catracha como por los golpes a los que fue duramente sometido.

Nuestra media cancha extraña a un creativo. En el centro está jugando Torrado con Israel Castro, ambos son buenos en la contención pero si bien recuperan muchos balones, pierden una enorme cantidad de ellos y no han sabido lanzar a los delanteros mexicanos. Ambos han recurrido a las faltas continuamente y han sido intrascendentes a la hora de pasar el balón. Guardado jugó muy bien por la izquierda y fue el mejor tricolor en muchos tramos del primer tiempo pero lamentablemente no resistió los golpes hondureños y tuvo que pedir su cambio en los inicios del segundo tiempo. Nadie le ha discutido su actitud, llena de entrega y pundonor pero en esta ocasión también creó juego y aportó mucho tanto a la ofensiva como a la defensiva en lo que podría considerarse como su mejor partido. Esperemos que se recupere para la final. Barrera sigue mostrando ganas de recuperar su nivel pero lamentablemente sigue lejos de su mejor forma. Recuperó cualquier cantidad de balones pero no estuvo fino a la hora del pase ni tampoco estuvo fino a la hora de elegir su perfil. Muchos de sus centros pasaban muy lejos del Chicharito y en algunas ocasiones sus quiebres lo alejaban de la portería y lo aislaban de sus compañeros.

Arriba estuvo el Chicharito que hizo todo por librarse de la marca a la que fue sometido. No era raro verlo por las bandas o que hiciera de poste para dar el pase a algún compañero. Aguantó a pie firme los golpes y jamás se amedrentó pero estuvo muy solo ya que su compañero en el ataque, Gio Dos Santos, fue un fantasma que desapareció prácticamente todo el primer tiempo y tuvo algunas apariciones esporádicas en el segundo.

El Chepo se vio obligado a hacer dos cambios por lesión: sacó a Salcido con todo el dolor de su corazón y metió a Torres Nilo, pero este no desentonó y supo frenar por completo a los atacantes hondureños mostrando velocidad, aplomo y firmeza. No hay duda, la posición está bien cubierta para México. También salió Guardado que había sido el mejor mediocampista en la primera parte, pero en su lugar entró De Nigris que simplemente revolucionó a la delantera y con su fuerza y lucha, abrió espacios haciendo de México un equipo mucho más peligroso.

Ya en tiempo extra y con los dos tantos mexicanos en el marcador, salió Pablo Barrera y su lugar fue tomado por Paul Aguilar que si bien no tiene el quiebre del primero, sí está mucho más atinado en sus centros y tiros a gol, por lo que su aportación fue positiva.

Se obtuvo un triunfo de riñones contra viento y marea. Nada mejor que eso cuando tu equipo puede o no le dejan desarrollar su mejor futbol. Se ha accedido a la gran final del certamen en la que los mexicanos tendrán que enfrentar a su acérrimo rival: Los Estados Unidos… el sueño dorado de la CONCACAF

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