No es lo mismo apoyar con todo a la Selección Nacional que lanzar al aire pronósticos triunfalistas fuera de la realidad que en nada sirven. No me cabe ni la menor duda de que las televisoras tienen que promover su "producto" que es la Selección y que tanto dinero les cuesta. Es correcto que dichas empresas pretendan obtener la máxima utilidad posible pero siempre deben de existir lineamientos y topes ya que por ningún motivo el fin en sí mismo, justifica los medios. No es lo mismo desear que sean campeones a declarar que son "virtualmente ganadores y seguros finalistas".
No es nuevo que se lancen loas y vaticinios fuera de la realidad en cuanto entra en acción el tricolor. Ya lo sufrimos en Argentina 78 cuando se habían dicho linduras del que fue, a la postre, el último lugar de aquel certamen, muy lejos de donde lo situaban los "expertos".
México se dio el lujo de hacer pruebas y homenajes durante los primeros 6 meses de este período y pudimos ver como Flores y Meza planteaban estrategias encontradas en amistosos que buscaban seguir llenando las arcas de la Federación. Así, a la llegada del Chepo, México ha sostenido unos cuantos partidos de preparación en los cuales no ha mostrado nada aún.
De hecho, en los partidos de preparación se pudo notar la falta de conjunción del equipo tricolor y el mal estado físico de más de uno de sus integrantes. Algunos rebosaban ganas pero era notorio que les falta juego. Nada raro para un equipo que se está preparando.
También es un hecho que el primer tiempo contra El Salvador fue simplemente horroroso. Alberto García Aspe en su columna "Tiro Libre" de Televisa Deportes, establece que "un primer tiempo muy complicado para los dirigidos por el Chepo de la Torre. Les costó mucho trabajo adaptarse a la cancha sintética, no encontraban profundidad ni buena posesión de la pelota y no había una buena conexión entre la media cancha y los delanteros", pero sus compañeros de la TV ya hablan de que "no hay ningún equipo al nivel del TRI en esta competencia" y de que "ni Costa Rica, Honduras y mucho menos Estados Unidos deben de presentar problema alguno para pasarles encima".
Otro ex futbolista que trabaja en Televisa Deportes, Ricardo Peláez, es también cauto al comentar en su columna "Futbol de cabeza" que "no fue fácil, un primer tiempo complicado donde México no encontraba las guías de acceso a la portería rival".
¿Por qué si tienen en su mismo equipo a gente sensata que se da cuenta de que México todavía tiene mucho que trabajar insisten en sus programas pre y post partido en que México es un gigante que está muy por encima de todos en esta competencia? ¿Por qué denostar a todos los rivales sin base alguna?
¿Es Costa Rica, rival de México el próximo domingo, realmente un flan? Los ticos siempre han sido un equipo complicado para México y siempre dan el extra ante el equipo tricolor. Para ellos, la motivación es la máxima al enfrentarse a la Selección mexicana y más ahora que los dirige Ricardo Antonio La Volpe, viejo conocido nuestro y que está muy motivado por los abucheos recientemente recibidos.
Costa Rica gana mucho si vence a México y La Volpe aún más. No hay que olvidar que los ticos pusieron a temblar a todo Uruguay en el partido final contra los charrúas para disputarse el boleto al mundial de Sudáfrica 2010 en el que tanto lució el equipo sudamericano.
México no ha ganado nada aún. Es loable que se hayan repuesto de un primer tiempo tan "complicado" ante El Salvador, pero de ahí a que de la noche a la mañana los conviertan en la mejor selección del mundo hay un abismo. Es indispensable que los jugadores que integran el equipo tricolor mantengan los pies en la tierra, hagan a un lado los dichos de estos villamelones y se pongan a trabajar porque hay mucho que mejorar si desean plantarle cara a los estadounidenses que se han propuesto vengar la afrenta sufrida por su equipo B en la edición pasada en la que cayeron 5-0 en la final ante México.
¿Es una obligación ganar la Copa Oro? Para México tiene que ser una obligación buscar la victoria en cada partido y por tanto cualquier título en disputa. No tengo ni la menor duda. ¿Las estadísticas nos favorecen? No, las estadísticas favorecen a los norteamericanos que han ganado en la mayoría de los enfrentamientos que se han dado en su tierra frente al equipo tricolor.
¿México tiene un gran equipo? Tenemos un equipo con un enorme potencial pero lamentablemente tenemos en nuestras filas a más de un jugador que no está al 100% y que tiene mucho que trabajar para llegar a su nivel.
El caso Gío es significativo. Fue al mundial de Sudáfrica con muy pocos minutos de juego en su haber en el 2010 y se vio mal, con muchas dudas y muy intermitente, desaparecía por largos períodos del partido y aportó realmente muy poco a la hora buena. Hoy se ve mucho mejor pero, claro, hay que hacer notar que ahora sí está jugando, si bien no en la Liga Premier con un equipo de primer nivel como el Tottenham, y sí en la Liga española con un equipo que apenas libró el descenso pero lo importante es que ahora sí participa en la competencia y se nota en su forma de juego.
La Italia campeona en España 82 utilizó a Paolo Rossi en el eje de ataque aún y cuando venía de una prolongada suspensión por líos de apuestas pero era el único que no tenía esos valiosos minutos de juego y logró brillar en ese mundial como pocos lo han hecho en la historia, pero no es lo mismo a utilizar una base de jugadores fuera de forma por no participar con sus equipos como titulares o bien por participar en ligas de muy bajo nivel, llámense como se llamen.
El inicio de México ha sido bueno, no hay duda, pero en lugar de echar las campanas al vuelo y lanzar loas al "virtual campeón", hay que poner los pies en la tierra y trabajar muy duro para seguir creciendo, corregir los errores e imprecisiones que se presentaron y buscar el triunfo en cada uno de los partidos que vienen contra quien se les presente, así se llame Cuba, Costa Rica o quien sea ya que nadie, ni México ni ninguna selección participante, tiene su lugar asegurado en la gran final del torneo, por más que los "expertos" ya estén hablando del "duelo" entre México y Estados Unidos.
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