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sábado, 25 de junio de 2011

Entre líneas

La gran final de la Copa Oro llega al fin. Los dos favoritos se enfrentan de nuevo y luchan por mucho más que 3 puntos, en juego está la Copa, el pase a Confederaciones y, por supuesto, la supremacía de la zona. México y Estados Unidos mantienen una rivalidad que cada día crece más y llegan de forma muy distinta a este partido.

México ha ganado 4 de sus 5 partidos, nadie le ha anotado más de un gol y ha goleado en 3 juegos, pero su funcionamiento no es del todo bueno. Los 5-0 de la primera vuelta fueron más que engañosos y la actitud de entrada de Costa Rica fue sorprendentemente pasiva, algo inaudito en ellos y sobre todo ante México, pero por favor, no le digan eso a La Volpe porque nos tacharía de ignorantes.

México ha denotado carencias ofensivas a pesar de los muchos goles anotados. En el partido contra Guatemala tuvieron apenas 3 disparos a portería contraría y fue evidente la falta de jugadas claras de gol. Honduras también supo aplicar bien el cerrojo e hizo ver mal a la delantera mexicana, dejando sin balones a modo al Chicharito.

Pablo Barrera sigue siendo un vendaval a la hora de hacerse con el balón, el problema es que su pase no está fino y en lugar de poner balones a modo en el área, manda centros sin ton ni son, meros balonazos. Gio sigue desapareciendo por largos trechos y si bien de vez en cuando regala una jugada muy bonita a la afición, en términos generales es intrascendente.

México ha jugado la mayor parte del tiempo con 2 contenciones: Torrado y Castro, pero estos tampoco han estado finos a la hora del pase y pierden una gran cantidad de balones en el medio campo. En todo lo que va del torneo, han jugado con 4 defensas, en el centro Rafa Márquez y Moreno y en las laterales Salcido y Juárez. El mejor hombre de la defensa ha sido Salcido pero salió golpeado en el partido anterior. Márquez no se ha acoplado bien con Moreno y Juárez no es ni la sombra de lo que fue hace un par de años pues le falta jugar futbol.

Ahora bien, Estados Unidos tampoco canta mal las rancheras y ha estado arrastrando las cobijas a lo largo de este certamen. Han ganado y llegan a la final jugando muy mal. Tan mal que incluso figuras como Alexis Lalas que han sido referentes en el equipo, han tenido que reconocer que su seleccionado no ha mostrado buen futbol.

El fuerte del equipo ha sido históricamente la defensa pero esta ha mostrado carencias ante Panamá y Jamaica que preocupan hasta al más optimista. Los jamaicanos tuvieron más de una oportunidad para sentenciar el partido y fueron incapaces de anotar un gol. Mas que apretados por una defensa impasable, los caribeños fallaron solos ante el arquero y dieron tiempo a que los norteamericanos reaccionen y les anoten dos goles que acabaron con los jamaicanos.

Ante Panamá tuvieron 2 partidos muy cerrados, el primero a favor del equipo canalero por 2-1 y el segundo a favor de los norteamericanos 1-0. Si bien los números pudieran hacer pensar que la defensa jugó su papel acostumbrado, la realidad fue otra ya que también fue evidente que dejaron espacios suficientes como para que los panameños anotaran en más de una ocasión pero no fueron capaces de aprovechar sus oportunidades.

Lo importante para Bob Bradley "es que el equipo ha recuperado la confianza en sus posibilidades, nos superamos ante Panamá y llegamos a la final con una gran moral como equipo", según declaró a la prensa internacional. Bradley ha tenido que sacudir un poco a sus jugadores e incluso, sorprendentemente, ha dejado a Landon Donovan en la banca al inicio de los dos últimos partidos y utilizándolo como cambio para el segundo tiempo. Para Bradley, los Estados Unidos han "superado la falta de intensidad que mostraron al comienzo del torneo" y cree que su equipo está en el camino correcto para enfrentar a México.

El orden y orgullo estadounidense se enfrenta a un equipo mexicano empeñado en recuperar su trono. Hoy Estados Unidos está ubicado por encima de México en el ranking mundial y fue el que representó a CONCACAF en la pasada Copa Confederaciones pero México es el actual campeón y busca revalidar el título.

La mejor forma de romper el orden establecido por Bradley y que ha caracterizado a los Estados Unidos desde que Bora le dio forma en los 90's, es con velocidad, creatividad, precisión y sin perder la paciencia. ¿Será capaz México de explotar sin cometer errores? ¿podrán de nueva cuenta los norteamericanos contener la vivacidad y empuje que caracterizan de inicio a los mexicanos?

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