Gallos Blancos de Querétaro es un equipo crecido y muy motivado. No tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Entró a la Liguilla como 8o lugar en la tabla e hizo la hombrada de eliminar al super líder, Chivas.
Los Gallos saltaron al campo tratando de comerse el balón, pero enfrente tuvieron a un equipo bien plantado, ordenado y muy paciente, con el sello del Tuca Ferreti que meticulosamente mueve sus fichas y cubre todo el espacio, ahogando y nulificando al rival.
Tigres supo enfriar el ímpetu de los queretanos y poco a poco fue controlando el ritmo del partido, adormeciendo a los locales con un juego semi lento, tejiendo con minusiocidad sus avances y confiando en la técnica y capacidad de sus estrellas que acechaban en cualquier oportunidad.
La lucha se llevó a cabo principalmente en la media cancha y los Tigres fueron los que dictaron el ritmo con mucha mayor posesión de balón, dándole vuelta una y otra vez a cada jugada, buscando un resquicio para anotar.
Ambos equipos generaron algunas opciones de gol, aunque no muchas, que fueron bien neutralizadas por los porteros, Palos y Liborio que dejaron muestra del gran momento que viven.
Después de 90 minutos difíciles, complicados, de poco lucimiento, nada para nadie, 0-0 en la Corregidora de Querétaro. Todo tendrá que definirse el fin de semana en el Volcán universitario.
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