La Juve pelea semana a semana por mantener su liderato. Le gusta estar en la cima y sabe lo que representa. Sabía perfectamente que su visita a Roma sería todo menos turística y ha vivido un calvario pero logró rescatar un punto de oro que lo mantiene justo arriba de la clasificación general en la Serie A italiana.
Pese a las inclemencias del tiempo, ambos equipos salieron en pos de la victoria y lucharon arduamente por conseguirla. Ambas porterías se vieron bajo serias amenazas durante los 90 minutos de intensa lucha. La Roma se fue al frente muy temprano gracias a la conjunción de la suerte y un error terrible de la defensa de la Juve que abanicó de forma grotesca un balón que terminó incrustándose en su meta.
La Juventus se lanzó entonces al frente y comenzó a copar el medio campo, dominando a los locales y arrinconándolos en su propio campo, pero para su mala fortuna, fallaron en el último toque y por más que hicieron no lograron encontrar el gol del empate durante toda la primera mitad en la que se vieron superiores a la Roma.
La Roma peleaba palmo a palmo por cada balón pero era obvio que enfrente tenía a un rival superior que terminó por arrinconarlos y por momentos asfixiarlos muy cerca de su propia área con jugadas de peligro que exigieron a su guardameta en más de una ocasión.
Para el segundo tiempo, los romanos lograron romper con mejor tino las elaboradas jugadas del visitante y el partido se vio interrumpido una y otra vez. Todo parecía indicar que la táctica de romper el juego daría resultados pero al minuto 61 Chiellini aprovechó una pifia de Estigarribia y anotó el del empate que encendió los ánimos en ambos bandos.
A partir de ese momento, el partido entró en su mejor etapa, con dos equipos buscando la victoria sin dar ni pedir cuartel. Apenas unos minutos después del gol del empate, se marcó un penal en contra de la Juve pero Buffon le detuvo el disparo a Totti.
El empate le permite a la Juve mantener el invicto y la cima de la tabla general mientras que la Roma logra un poco de oxígeno para su director técnico, Luis Enrique, a quien ya le cuentan los minutos de vida.
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