La combinación de
resultados en la 36a jornada de la Premier League permitió a Leicester City
asegurarse la corona con 77 puntos y aún dos partidos pendientes por disputar
ya que Tottenham Hotspur llegó a 70 al empatar a 2 tantos con el Chelsea en
Stamford Bridge en un duelo cardiaco en el que los spurs se habían ido al
frente por 2 tantos contra 0 y dejaron ir la ventaja ante los blues.
Leicester City ha
escrito su nombre en la historia sin duda alguna. Claudio Ranieri conformó un
gran equipo a partir de un grupo de jugadores que no parecían tener futuro y al
que los expertos condenaban a pelear por no descender a la 2a división en Inglaterra
y en lugar de eso, se han proclamado campeones de la Premier League.
Ranieri no inventó
el hilo negro. Leicester City jugó siempre igual, sin muchas sorpresas, aunque
de vez en cuando habían ciertos cambios en la alineación, la mayor parte de la
temporada participó la misma base de jugadores con una formación 4-4-2 que estratégicamente
se replegaba para contragolpear al enemigo cada vez que se presentaba la
oportunidad y sin importar si jugaban en casa o fuera.
Los Zorros
construyeron su éxito con una defensa ordenada, una media cancha que no dudaba
en correr la milla para recuperar balones y un par de delanteros descarados que
hicieron mucho daño cada vez que tomaban mal parada a la defensa contraria.
Ranieri acostumbra
decir: "si no corres, no juegas", así de simple. Y su equipo acató
las órdenes a la perfección. Los zorros corrían una y otra vez, de un lado al
otro, mezclando el músculo trabajador de la clase obrera con espíritu de lucha
y el desparpajo de gente que parecía no tener nada que perder y terminó
llevándose la gloria en una temporada épica y sin duda alguna, de ensueño.
Si bien Ranieri
utilizó una base de jugadores constante y trató de tocarla la menor cantidad de
veces posible, sí tuvo algunos cambios clave que terminaron siendo revulsivos
para su equipo. El manejo del plantel y los cambios fueron muy inteligentes y
sin duda le dieron al Leicester una fortaleza enorme.
Como pocas veces
sucede, un grupo de jugadores que para muchos fueron considerados de desecho o
sin futuro, logró conjuntarse bajo las órdenes de Ranieri para conformar un
gran equipo que conquistó la Premier League de gran forma, superando a grandes
equipos con enorme nóminas. Enhorabuena por Leicester City, enhorabuena por el
futbol. Historias como esta enriquecen al balompié y al deporte en lo general.
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