El Real
Madrid buscará hoy la undécima UEFA Champions League mientras que el Atlético
quiere hacer historia y va por su primera orejona.
Desde la
llegada de Diego Simeone al timón del equipo colchonero, los rojiblancos se han
caracterizado por su espíritu de lucha, solidaridad, pundonor y entrega en el
terreno de juego, lo que ha redundado en grandes éxitos en comunión con sus
fanáticos. Sorprendieron en 2014 al colarse hasta la gran final y estuvieron a
unos instantes de conseguirlo pero el Real Madrid, su vecino y odiado rival,
les robó el sueño. Hoy llegan a este partido muy fortalecidos. Si bien
mantienen la misma actitud, son ahora un equipo mucho más maduro y más
completo. Ya no dependen tanto de una sola persona, tienen mejor manejo en el
medio campo y más de una alternativa al frente. Simeone ha logrado que su
equipo siga en plano ascendente pese a que algunas de sus figuras han partido
hacia otros horizontes.
El Real
Madrid, por su parte, es un equipo diseñado para estos desafíos pero tuvo un
comienzo titubeante, tanto que terminaron corriendo a Rafa Benítez y nombraron
a Zinedine Zidane como nuevo técnico pese a su muy corta experiencia como
timonel en el segundo equipo. Zidane ha ido conquistando poco a poco al
vestuario y sin hacer mucho ruido logró meter a los merengues a la pelea por el
título de la Liga BBVA luego de doblegar al que a la postre resultó el campeón,
Barcelona, el otro odiado rival. Zidane llegó a darle más estabilidad a la
defensiva del conjunto albo y le ha dado un funcionamiento mucho más sobrio,
muy distinto a como lo venía haciendo con Benítez quien nunca logró conectar
con algunas de las figuras del vestuario y terminó dejando el timón muy pronto.
La
directiva del Atlético confía ciegamente en Diego Simeone. La afición
colchonera lo adora y sus jugadores están plenamente comprometidos con él y su
sistema de juego. El Atlético va labrando su sitio entre los grandes de Europa
y para poder sentar sus huestes necesita de esta copa.
Hay
rumores de que la directiva del Real Madrid no está del todo convencida con
Zidane y que de perder este encuentro podría dejar el mando. Sin embargo, la
comunión con el vestuario madridista es notoria y poco a poco los aficionados
van tomándole cariño en esta nueva etapa ya que como jugador lo idolatraron.
Ambos
equipos se reportan listos para la gran batalla. Ambos cuadros sólo esperan el
silbatazo para lanzarse con todo en pos de la victoria. Para Zidane la clave es
"unidad, esfuerzo y compañerismo" y la visión de Simeone tampoco es
muy distinta, el orden táctico es importante pero no tanto como la solidaridad
y lealtad hacia el equipo, sus valores y lo que representan.
Sin duda,
un gran duelo entre dos grandes equipos que han sabido ganarse un sitio
apostando por el juego de conjunto más que por el lucimiento individual con una
identidad propia que por ningún motivo está peleada con lo que puedan aportar
individualmente sus estrellas, capaces de darle la vuelta a un partido en un
santiamén.
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