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sábado, 7 de mayo de 2011

Congelando el infierno

La maldición del súper líder

Los Tigres lograron arrebatarle a Pumas el liderato general en la última fecha pero la alegría les duró poco porque han sido eliminados por el octavo lugar general, las Chivas, que con un juego inteligente supieron aguantar hasta el final y congelar lo que parecía ser el infierno para ellos.

Como es costumbre, la afición felina hizo su partido y apoyó a muerte a su equipo pero hoy no fue suficiente y las Chivas lograron un empate a 1 que les da el pase a semifinales ya que el primer duelo terminó 3-1 a su favor. El Guadalajara no perdió la calma y armó peligrosos contraataques que le valieron primero la expulsión de Juninho por una falta sobre el Venado Medina que este exageró y a la distancia el árbitro consideró como un corte de jugada de gol. Aún así, con 10 en el campo, Héctor Mancilla puso el 1-0 a favor de los Tigres y generó la locura en el Volcán.

A partir de ese momento, los contragolpes y exageraciones Chivas se hicieron cada vez más patentes y peligrosas hasta que, en otra jugada muy rápida, Jesús Molina cayó en el área y el árbitro marcó el penalti que si bien falló inicialmente Marco Fabián, rebotó a los pies de Reynoso quien no desaprovechó el regalo de la providencia y anotó el empate para las Chivas que a partir de ahí fueron congelando las acciones con todos los recursos posibles provocando la frustración de los jugadores felinos que terminaron por bajar los brazos.

La Máquina sobrevivió en Cancún

Por su parte, el Cruz Azul se supo plantar y resistió un arranque intenso de los Potros de Hierro del Atlante ante un estadio que si bien estaba abarrotado, tenía más público celeste que atlantista en el mismísimo Andrés Quintana Roo.

Ambos equipos generaron jugadas de gol en un partido muy disputado. No cabe duda de que ambos equipos querían avanzar y se lanzaron con todo en busca del gol, cosa que ocasionó que en muchos momentos los ánimos se caldearan pero afortunadamente no pasó a mayores.

Cruz Azul supo mantener su portería en ceros y eso le valió el pase a semifinales. Su zaga se fajó y no cabe duda de que tiene en Jesús Corona a un gran arquero, digno sucesor de las grandes figuras que han protegido el marco cementero y a quienes su afición recuerda con enorme cariño.  La defensa celeste compuesta por Ponce, Araujo, Domínguez y Pinto supo fajarse a la hora buena y ha dejado en claro que la Máquina quiere más.

Si bien fue el Atlante el que dominó y manejó el ritmo al inicio del partido, los celestes supieron sobreponerse y equilibrar las acciones en la parte complementaria, aunque tal vez hicieron sufrir un poco de más a don Enrique Meza que por momentos se llegó a ver angustiado. En definitiva, Jesús Corona fue un factor determinante para el éxito cementero.

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