Ecos de la batalla

Es una lástima. Tanto Cruz Azul como Morelia se brindaron en el campo. Si bien los Cementeros recibieron 2 goles en muy poco tiempo y perdieron su ventaja, supieron nivelar el partido y lucharon durante los siguientes 80 minutos para igualar y vaya que tuvieron oportunidades. Lo lamentable es que en este momento muy poca gente habla del partido en sí y se centran en la bronca generada en los minutos finales.

Si muchos seguidores del Cruz Azul ya estaban molestos por los malos ratos y la ausencia de títulos, con este final su amargura es mayor porque cuando se pierde jugando al futbol y luchando en el campo muchas veces hasta se cosechan elogios pero cuando los jugadores dan rienda suelta a sus frustraciones y hacen papelones como el del domingo, la frustración de la afición se incrementa exponencialmente.

Sin tapujos, el ESTO publica: "Una vergüenza para el Cruz Azul" e incluye un comentario que atribuye a Enrique Meza: "Así nos esperábamos el partido pero no contábamos con que en una pelota quieta y en pase largo nos anotaran los goles" y añade, "me deja una enorme vergüenza porque un equipo que pretenda ser un equipo bueno no puede hacer los papelazos que hicimos al final. La culpa de quién es, no lo sé, pero no podemos andar a trompadas y a los enojos por una derrota".

En las tomas que se han repetido en innumerables ocasiones en diferentes programas de televisión se puede apreciar que hubieron varios jugadores muy activos del Cruz Azul que no fueron reportados por el árbitro y, salvo el caso específico de Jesús Corona, tampoco por la Comisión Disciplinaria. Según declaraciones de Villa reproducidas por MURAL, Tomás Boy fue quien incitó a los jugadores del Cruz Azul con sus festejos y burlas tras el tercer gol y de hecho, ese es el motivo por el cual la FMF lo suspende aunque él se defiende diciendo que así festeja siempre y que así lo hizo incluso contra el América en la eliminatoria pasada.

También puede observarse en la toma que Enrique Meza pierde la cabeza, grita y agita las manos cuando se encienden los ánimos en torno al preparador físico del Morelia que si bien recibió un par de patadas previas, hizo muy mal en lanzar el puñetazo que terminó por encender los ánimos de todo mundo. En esa misma gresca se encontraba el portero suplente de Cruz Azul, Yosgart, quien fue uno de los que lanzó patadas a los contrarios en esos momentos y no fue sancionado.

EL UNIVERSAL sentencia contundentemente: "otro triste final tiene Cruz Azul" y es que en realidad los que menos se merecen esto son los aficionados celestes que apoyan incondicionalmente a su equipo y que pase lo que pase seguirán con él.

En el Reglamento de competencia se establecen varios puntos con respecto a este tipo de situaciones y lo que aparentemente salvó de más problemas a los Monarcas es que no se interrumpió el juego sino que todo sucedió con pelota parada y de que se trató de un espontáneo y no de un grupo que fuera a agredir a los jugadores ya que fueron estos los que agredieron al espontáneo.

El Chaco quiere descargar la culpa en el espontáneo pero si bien el muchacho hizo mal y fue torpe por llamarlo de alguna forma, no fue a agredir a nadie sino simple y estúpidamente quiso saludar a su ídolo Torrado. Los espontáneos se dan en todos lados, tanto en el futbol de todo el mundo como en el beisbol o cualquier otro deporte y los jugadores simplemente deben de ignorarlos y esperar a que las autoridades del estadio o la fuerza pública los haga a un lado y se reanuden las acciones. La respuesta del Chaco y otros jugadores del Cruz Azul fue vergonzosa y desproporcionada mas para descargar su frustración ante la derrota que para protegerse de algún "peligro".

Si bien don Enrique Meza fue claro al declararse avergonzado y pidió disculpas a la afición y a la institución, tanto Corona como Giménez justificaron sus acciones y no muestran arrepentimiento. Tal vez valdría la pena imitar aquí a los gringos y establecer castigos más fuertes que nieguen el goce de sueldo mientras duren y que incluyan una disculpa pública.

Un año más de espera para los aficionados celestes. Un año más de trabajo para la institución. No me cabe ni la menor duda que ambos se merecen algo mucho mejor que incluya de una vez por todas un trofeo de campeón.