El caso bosnio

Bosnia es un país dividido que vive una paz frágil. Después de la guerra que se dio entre el 92 y el 95, optaron por una división étnica y una presidencia rotativa de tal forma que las tres etnias principales se garanticen autonomía y respeto.

Lo mismo sucedía con la Federación de Futbol de Bosnia cuya presidencia es compartida por un bosnio, un croata y un serbio y tanto la FIFA como la UEFA ya habían advertido en octubre de 2010 que no toleraría esta situación y habían puesto el 31 de marzo como fecha máxima para adoptar nuevos estatutos que modificaran su sistema presidencial para adecuarse a las normativas tanto de FIFA como de UEFA.

Según publica EL PAÍS, "la federación bosnia celebró una asamblea el pasado martes en Sarajevo con el objetivo de aprobar dicha modificación, pero no se alcanzó el quórum necesario, al votar a favor solo 22 de los 54 delegados presentes".

Esta decisión adoptada por ambos organismos implica que Bosnia Herzegovina no podrá seguir disputando la fase de clasificación para la Eurocopa 2012 en la que su equipo marcha en cuarto lugar del Grupo D, que es liderado por Francia. La suspensión afecta tanto a clubes como a las selecciones nacionales y árbitros de todas las categorías.

El comunicado conjunto dice: "La FIFA y la UEFA lamentan profundamente tener que tomar esta decisión y se reunirán en breve para discutir los siguientes pasos necesarios para intentar llevara la federación bosnia de vuelta a la familia del futbol tan pronto como sea posible".

Según publica EL PAÍS, algunos medios bosnios han cargado contra su Federación y han sido altamente críticos ante la situación. El Semanario Slobodna Bosna ha asegurado que la suspensión es en el fondo una buena noticia ya que es el único modo de sacar de sus sillas a un montón de personas criminalizadas que se han adueñado de la FFBH que ahora tiene pérdidas económicas de más de 3 millones de euros y ha sido acusada judicialmente de firmar dobles contratos a la hora de vender los derechos televisivos de la selección de su país.

Como en muchas ocasiones sucede. No hay mal que por bien no venga y esto resalta la situación crítica por la que atraviesa el futbol bosnio con unos dirigentes anquilosados que han pasado incluso tiempo en la cárcel y que se mantienen más por amistad y complicidad con otros dirigentes que por sus aportes para el futbol o su país.

Tanto FIFA como UEFA permitieron que los estatutos de la FFHS estuvieran en clara oposición a lo que marcan sus propios estatutos durante más de una década y fue hasta el año pasado que solicitaron el cambio de estatutos que no se pudo llevar a cabo la semana pasada por el boicot de los serbios que temen que con una presidencia fija podrían perder autonomía.

Según publica el diario deportivo ESTO, "muchos funcionarios y aficionados bosnios consideran que la suspensión castiga a quienes respaldan las reglas de la FIFA y de la UEFA y recompensa a los de la mitad serbia del país que no apoyan a la selección nacional bosnia. Consideran como propio el equipo nacional de la vecina Serbia y no les disgusta ver suspendida a la selección bosnia".