En sus más de 100 años de historia, el Barcelona y el Real Madrid sólo han chocado en cinco finales de la Copa del Rey de España, de estas, los culés han vencido en 3 y los merengues en 2.
La primera final entre ambos equipos data de 1936, cuando el Real venció 2-1 al Barcelona. Tuvieron que esperar hasta 1968 para enfrentarse de nuevo y en esa ocasión, los culés vencieron 1-0 a los blancos. 6 años después, en 1974 se vieron las caras de nuevo con un 4-0 a favor del Real Madrid en una temporada en la que, casualmente, Barcelona había vencido en la Liga a los merengues por 5-0. Ni tardos ni perezosos, los merengues se han apresurado a llamar a todos los ex estrellas de aquel equipo para recordar aquel mágico partido en el que cobraron una dulce venganza a la goliza recibida en la Liga.
En 1983 el Barcelona dio cuenta del Madrid 2-1 con grandes estrellas como Maradona, Bonet y Schuster en el campo y una enorme tensión en un encuentro lleno de patadas.
En 1990 el Barcelona venció de nueva cuenta, ahora por 2-0 en otro partido lleno de situaciones extrafutbol y patadas por ambos bandos y una célebre bronca. Para ese partido, Johan Cruyff estaba sentenciado y todo mundo sabía que si perdía sería despedido, por lo que el resultado le salvó la cabeza. Casualmente, dicho juego se llevó a cabo en Mestalla, mismo escenario en el que se jugará hoy.
Guillermo Amor, quien disputó ese partido hace 21 años comenta para MARCA: "fue un partido muy disputado, pero a la postre cualquier Madrid-Barcelona suele ser así. Este miércoles sucederá lo mismo".
En aquella ocasión, la situación era muy diferente a la actual. Pocos le daban posibilidades reales al Barcelona en el que Cruyff corría apenas su segunda temporada y todo apuntaba a que no podría cosechar ningún título mientras que el Real Madrid ya tenía amarrado su quinto campeonato de Liga consecutivo.
Gracias a ese partido, Johan Cruyff salvó su puesto y pudo encaminar a los azulgranas hacia cuatro títulos de Liga y por supuesto la primera Copa de Europa, por lo que muchos consideran ese encuentro como un parteaguas para los culés.
De aquel partido queda gente como Zubizarreta o Butragueño que se mantienen en la estructura administrativa de sus equipos y que se han convertido en emblemáticos para ambos.
El de hoy será sin duda un partido con mucha historia que enfrenta a dos equipos en situaciones muy distintas y con estrategias encontradas. Un partido que ha logrado captar la atención del mundo y se verá en más de 100 países en vivo.
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