Chelsea ha
conquistado la corona de la UEFA Europa League al vencer por 2 goles a 1 al
Benfica en la final celebrada en el Amsterdam Arena gracias a un gol de
Ivanovic en tiempo de compensación cuando ya todos daban por descontado que el
partido se iría al tiempo extra.
El Benfica
sorprendió con una apuesta ofensiva y tomó el control del partido desde el
inicio. Fue descaradamente al frente y forzó al Chelsea a defenderse y salir a
contragolpes. El juego rápido e incisivo del Benfica puso en aprietos al
Chelsea que no encontraba la forma de salir de su propio campo más que con
balonazos y se vio obligado a meter hasta 8 defensores en su propia área para
evitar que Benfica se adelantara en el marcador.
Los Blues tardaron
en meterse al partido y pese a su siempre bien plantada defensiva no pudieron
evitar que los portugueses les metieran un par de sustos durante la primera
mitad aunque las jugadas de gol en ambos marcos escasearon y si bien el control
del partido fue del Benfica, el Chelsea fue el que creó mayor peligro.
Cuando corría el
'59, Eduardo Salvio puso a trabajar a Cech pero este cortó el disparo y mandó
un largo despeje que desvió Mata y se coló para Torres quien acarreó el balón
pese a la carga de un defensor y se quitó de encima la salida del portero,
Arthur, para mandar un suave toque al fondo del arco portugués para el 0-1 a
favor del Chelsea.
De inmediato, el
equipo lusitano se fue al frente en busca del empate y lo consiguió gracias a
un grave error de Azpilicueta quien saltó con las manos abiertas y tocó el
balón para un claro penal que Cardozo convirtió en gol al '68 para el 1-1.
Siguiendo con la
inercia del partido, Benfica tuvo una oportunidad unos minutos más tarde pero
la figura de Cech se agrandó para salvar a los Blues y mantener el partido
empatado. Arthur también tuvo que emplearse a fondo en un disparo de Lampard
que por poco se cuela pero los buenos reflejos del arquero portugués salvaron
al Benfica de un gol que parecía inminente.
Cuando ya corría el
3er minuto añadido por el árbitro, Mata cobró un tiro de esquina e Ivanovic
cabeceó en gran forma para incrustar el balón en el ángulo superior derecho de
la portería de Arthur y convertir así el 1-2 que sería definitivo pues ya no había
tiempo para una reacción del Benfica que mantiene así una maldición que remonta
a 1962 y cae en su 7a final consecutiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario