Si bien el comienzo
no fue muy halagüeño, México logró controlar el vendaval impuesto por Japón en
un inicio y terminó imponiéndose por 2 goles contra 1 para inyectarle un tanque
de oxígeno a José Manuel Chepo de la Torre y su proyecto rumbo a Brasil 2014.
Japón inició el
duelo a todo vapor, mareando a los mexicanos y cuando apenas corría el '4 puso
a trabajar a Guillermo Ochoa quien tuvo que emplearse a fondo para impedir que
Kagawa pusiera al frente a los nipones. La velocidad japonesa puso en jaque a
los mexicanos que se vieron en serios predicamentos y de hecho fue por un error
arbitral que Japón no se fue al frente en el marcador ya que anularon un gol
legítimo por un supuesto fuera de lugar que no existió.
Afortunadamente para
el conjunto tricolor, Japón fue perdiendo fuelle poco a poco y México logró
imponer un ritmo semilento, con toques laterales y abriendo el campo. La
estrategia funcionó a tal grado que Japón se fue adormilando y ya nunca volvió
a asfixiar a México.
El Chepo mandó al
campo a un nuevo once, con Ochoa en la portería, Moreno y Reyes, que se
entendieron bastante bien, en la defensa central y Mier y Torres Nilo en las
laterales, así como Torrado y Zavala en la contención, Guardado y dos Santos
abiertos y Chicharito y Raúl Jiménez en la delantera.
Si bien México logró
salvar el agobio inicial y terminó imponiendo sus condiciones en la primera
mitad, no logró crear verdadero peligro de gol y no fue sino hasta la segunda
parte cuando el experimento logró cuajar y por fin se crearon las opciones y cayeron
los goles.
Jiménez estuvo a
punto de abrir el marcador con un cabezazo pero fue hasta el '53 cuando
Guardado mandó un peligroso centro desde la banda izquierda y Javier Hernández
se adelantó a la defensa y el portero japoneses para anotar el 0-1. México se
creció y cuando corría el '66, Chicharito anotó el 0-2 en un tiro de esquina
mandado por Gío y desviado por Mier en una jugada de pizarrón.
Japón intentó
responder pero en su desesperación de ir al frente dejó espacios abiertos y fue
cuando
Japón logró
acercarse al '85 por conducto de Okazake quien remató solo frente a Ochoa que
se lanzó con valentía y estuvo cerca de evitar el gol pero no pudo impedir que
el balón entrara a su portería para el 1-2.
México se vio mejor
y aprovechó que Japón se lanzó al frente, con Gío y Guardado mandando
peligrosos centros e incluso aprovechando la gran visión de Ochoa que puso
grandes pases, uno de los cuales terminó en un penal que lamentablemente
Chicharito falló.
El marcador ya no se
movió más y el triunfo le inyecta valioso oxígeno al proyecto del Chepo que
parecía agonizar por su falta de rumbo y de futbol. El partido podría
significar un hito para este equipo tan duramente criticado y abre la puerta
para que la afición mexicana vuelva a soñar en la calificación, aunque está
claro que aún queda mucho por mejorar si se quiere en realidad soñar.
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