Morelia 1-0 América

Monarcas Morelia venció por la mínima diferencia a las Águilas del América ante una gran entrada en el Estadio Morelos. Los Azulcremas alcanzaron de esta forma su tercera derrota en el Clausura 2014 en 7 jornadas, la misma cantidad máxima que han obtenido en los pasados 4 torneos en los que habían sido dirigidos por el Piojo Herrera.

El partido comenzó nivelado, sin que nadie pudiera controlar del todo la situación y con dominio alterno. Ambos equipos buscaron la portería rival pero con muy poca claridad. El partido fue de un ir y venir en el medio campo pero sin grandes jugadas de peligro.

El América amenazó con jugadas a balón parado e incluso estuvo cerca de anotar cuando Raúl Jiménez cabeceó un centro y envió el balón al fondo de la portería pero el árbitro anuló la acción por un apretado fuera de lugar ya que el delantero americanista había salido un instante antes y el abanderado detectó que al momento del toque ya tenía medio cuerpo delante de la línea defensiva michoacana.

La línea de 5 defensores americanistas nulificó los avances ofensivos del Morelia pero estuvo muy lejos de la espectacularidad que tanto presumía el equipo de Coapa en las épocas de Miguel Herrera y se puede notar que Mohamed ya está ensayando otras opciones. Layún pierde toda su efectividad cuando parte como mediocampista y no sabe marcar con línea de 4, por lo que el técnico argentino está metido en un problema táctico y tendrá que encontrar la salida.

El América buscó entonces contragolpear y Raúl Jiménez tuvo una gran oportunidad al quedar solo frente al portero pero no logró eludirlo y su disparo fue rechazado.

Cuando corría el 61', Leao tomó el balón por la banda izquierda y mandó un cambio de juego para Zamorano quien bajó el esférico y quebró hacia el centro en busca de un compañero para después mandar un pase bombeado, perfecto para la llegada del Recodo Valdez quien culminó la gran jugada con un toque suave y fuera del alcance de Moisés Muñoz para anotar el único gol del partido. Sin duda un golazo.

Mohamed modificó el planteamiento americanista y mandó toda la carne al asador en busca del empate pero el amontonamiento de gente en la ofensiva no ayudó mucho y la falta de claridad y coordinación se hizo cada vez más obvia al no poder generar jugadas de peligro, por lo que las Águilas terminaron cayendo por la mínima diferencia ante unos Monarcas bien parados atrás y que ponían en aprietos a la defensiva visitante cada vez que se lanzaban al frente.