México ha comenzado
con el pie izquierdo su participación en la Copa Oro al caer por 2 goles contra
1 ante Panamá que no hizo más que aprovechar las facilidades otorgadas por el
pésimo desempeño tricolor y de no ser por la mala puntería de sus delanteros,
bien pudo anotar un par de goles más.
Lo más preocupante
no es arrancar un torneo internacional con una derrota, ni tampoco haber
perdido por primera vez en su historia ante Panamá si no mas bien la forma en
la que se perdió, con un pésimo desempeño, faltos de orden, con muchos toques
intrascendentes, sin ritmo de juego y, sobre todo, sin profundidad.
México arrancó mal,
muy nervioso y fallando innumerables pases y Panamá lo aprovechó temprano ya
que en una jugada que parecía no llevar gran cosa, terminó sancionándose un
penal por la desesperación de la defensa tricolor y Gabriel Torres aprovechó
para marcar el 1-0 cuando el reloj marcaba el '6 de tiempo corrido.
México intentó remar
contra la corriente y buscó controlar el balón pero sus avances carecían de
idea y creatividad por lo que no se generaban opciones de gol pero sí se
perdían muchos balones en la media cancha en jugadas que se supone serían de
rutina y Panamá contragolpeó con mucha eficacia, poniendo al Tri contra las
cuerdas en más de una ocasión.
Pese a todo, un
largo pase de Israel Jiménez techó a la defensa canalera cuando ya corría el
tiempo agregado por el árbitro y Marco Fabián aprovechó para marcar el 1-1 y
ambos equipos se fueron al descanso con el marcador injustamente empatado.
Panamá dejó de
manifiesto que lo sucedido en la primera parte no había sido casualidad y
cuando apenas habían transcurrido un par de minutos después de la reanudación,
anotó el 1-2 por conducto de Gabriel Torres. México lo intentó de nueva cuenta
y se adueñó del balón pero era Panamá el que creaba mayor peligro pese a que el
Tri controlaba el esférico en más del 60% del tiempo.
Si bien Marco Fabián
tuvo en sus botines el empate y estrelló el balón en un poste, los panameños
también hicieron su parte, estrellaron un balón en el poste y dejaron ir un par
de acciones claras de gol que hubiera hundido aún más a la selección mexicana
que volvió a verse inoperante y falta de idea futbolística.
El público que había
llenado el estadio y que comenzó coreando "sí se puede, sí se puede",
para el final del partido ya había cambiado a "fuera Chepo". El
pésimo desempeño tricolor se hace patente también en este grupo de jóvenes que se
supone nada tendrían que ver con el grupo que fracasó estrepitosamente en la
Copa FIFA Confederaciones Brasil 2013 y pone contra la pared al Chepo de la
Torre y todo su cuerpo técnico en vísperas de partidos clave para la
calificación a la Copa del Mundo Brasil 2014.
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