Alemania
es el gran favorito para llevarse el Grupo C de la Euro 2016 y hasta el momento
está haciendo válido el pronóstico al encabezar dicho grupo con 4 puntos
después de 2 partidos, empatado con Polonia pero arriba de esta por diferencia
de goles. Los germanos saben que la tarea no será fácil ya que les tocaron
equipos cuyos estilos se les indigestan y uno de estos cuadros es sin duda
Polonia.
Los
polacos lograron frenar y neutralizar a la feroz ofensiva teutona y contraatacó
cada vez que se le presentó la oportunidad, generando un duro encuentro, muy
trabado por momentos y con escasas oportunidades reales de peligro en ambos
marcos.
Adam
Nawalka, director técnico de Polonia, no se anduvo por las ramas y preparó un
doble muro defensivo con 8 jugadores que se plantaban a las afueras de su área
y dos arriba, Lewandowski y Milik, esperando un balonazo para contragolpear.
Los germanos aceptaron la apuesta, controlaron el balón y buscaron con todos
sus medios, superar el muro defensivo pero no encontraron la forma de lograrlo
y sus ataques fueron muriendo uno a uno sin lograr generar verdadera sensación
de peligro. De nada servía un 63% de posesión del balón si no lograban poner
uno en los pies de algún delantero que realmente pudiera anotar un tanto y cada
vez que Götze, Özil, Müller o Draxler lograban hacerse del esférico, eran
rápidamente acosados por los defensas polacos que complicaban cualquier avance
y cerraban todos los espacios en cuanto se acercaban al área.
Alemania
buscó jugadas en corto, paredes, sorprender con pases largos y cambios de juego
pero todo fue inútil, la bien plantada defensiva de Polonia cortaba los avances
y frenaba cualquier posibilidad de daño sin permitir siquiera que Fabianski, su
arquero, tuviera que emplearse a fondo. Los germanos podían acarrear el balón a
gusto incluso en campo polaco, pero en cuanto intentaban pasar de tres cuartos
de cancha, los espacios desaparecían y cualquier intento se diluía entre un mar
de piernas, haciendo muy complicado el tránsito y evitando que los teutones
encontraran la profundidad requerida para hacer daño.
Para
colmo de males, los polacos tuvieron una oportunidad para abrir el marcador
pero Milik no pudo convertirla en gol. Alemania sintió en pinchazo y de
inmediato arreció las embestidas pero no encontraba caminos principalmente por
falta de creatividad. Löw optó por meter a Schurrle en sustitución de Götze al
66' y a Gómez por Draxler al 72', variando el parado del equipo y buscando
ahora sí con un centro delantero natural, aprovechar alguna oportunidad en el
área pero ni así lograban hacer daño, aunque hay que reconocer que a partir de
la entrada de Mario Gómez, el equipo se vio más peligroso.
Los
minutos fueron transcurriendo y alemanes y polacos terminaron pactando un
empate a 0 que les permite mantenerse empatados en la cima del Grupo C y les
acerca un poco más a la clasificación.
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