La
Selección Nacional de Argentina doblegó 5 tantos contra 0 a su similar de
Panamá en un partido correspondiente al Grupo D celebrado en el Soldier Field.
La victoria clasifica matemáticamente a Argentina en un partido mucho más
complicado de lo que el marcador final podría sugerir.
Argentina
tomó el control del balón desde el inicio. La estrategia panameña parecía
simple, replegarse atrás, aguantar los embates de los pamperos y contragolpear
en cada oportunidad posible. En ese sentido, Hernán Darío Gómez, técnico de la
selección canalera, no guardó secretos ni quiso hacer despistes y el
experimentado técnico apostó por la dureza y reciedumbre de su equipo aunque no
contaba que en el pecado llevaría la penitencia. La formación de los canaleros
no dejaba ninguna duda: 4 defensas, 5 medios y 1 delantero, el experimentado
Blas Pérez, que también tenía que bajar para ayudar a sus compañeros a
recuperar balones.
Cuando
apenas corría el 6' y Argentina buscaba encarrilarse por la banda izquierda con
el siempre punzante Di María, Blas Pérez bajó para intentar frenar el avance y
cortar la jugada, pero en su desesperación, cometió una falta innecesaria al
pasarle por encima al delantero de la albiceleste y el árbitro salvadoreño,
Joel Aguilar, marcó la falta y amonestó al centro delantero de Panamá, dejando
en claro que si bien la cuarteta arbitral era de El Salvador, el arbitraje no
sería al estilo CONCACAF y no se permitirían esos golpes a destiempo que tanto
se acostumbran en el área. Di María sirvió un centro al área y Otamendi
apareció a segundo poste para cabecear a gol y marcar el 1-0.
Pese a
verse abajo en el marcador, Panamá no cambió la estrategia, se mantuvo bien
parado atrás, esperando a la albiceleste y buscando contragolpear en cada
oportunidad. Argentina buscó meterle colmillo y trató de exagerar cada falta
recibida pero al árbitro no le tembló la mano para sacar tarjetas a diestra y
siniestra, dejando en claro que no permitiría que el partido se le fuera de las
manos pese a los reclamos de los jugadores de ambos bandos.
El tiempo
transcurría y Argentina no encontraba resquicios para generar verdaderas
jugadas de peligro, Baloy y compañía habían establecido un doble muro defensivo
que parecía impenetrable y los pamperos sufrían para superarlo. Cuando
transcurría el 31', Anibal Godoy, en una acción por demás desafortunada, se
llevó la segunda tarjeta de amonestación luego de darle un manotazo en la cara
a un argentino en una jugada intrascendente en el medio campo. Ahora Panamá
tendría que remar contra la corriente estando abajo en el marcador y con un
hombre menos, parecía el escenario perfecto para la velocidad de Di María que
era por mucho el que más se mostraba pero lamentablemente para el habilidoso
extremo, tuvo que abandonar la cancha con una nueva lesión al 40' y fue
sustituido por Erik Lamela.
Argentina
controlaba el balón y el ritmo de juego pero no generaba peligro. Sus
aproximaciones no lograban romper el doble muro defensivo bien planteado por el
conjunto canalero. Ni siquiera las instrucciones del medio tiempo fueron
suficientes para que sucediera algo que hiciera cambiar el guion o inclinara la
balanza y los contragolpes de Panamá se iban dando, aunque esporádicos, pero
con cierta dosis de peligro.
Martino
había tenido a Messi guardado para cuidarlo pero ante la impotencia de su
equipo hacia el frente no pudo esperar más y le hizo ingresar al terreno de
juego al 61' en sustitución de Augusto Fernández. La Pulga se fue a insertar
como enganche, dejando la tarea de la recuperación y el desgaste en Mascherano
y Banega y tratando de conectarse con Higuaín, Gaitán y Lamela.
Cuando
corría el 67', un grave error defensivo fue muy bien aprovechado por Messi para
marcar el 2-0. Roderik Miller, que había dado un gran partido, controló un
balón en los linderos del área panameña y golpeó el esférico con fuerza para
despejar pero para su mala fortuna lo estrelló en la cara de Higuaín y el
rebote salió directo a los pies de Messi que no desaprovechó la oportunidad
para controlar, girar y marcar el gol.
De nueva
cuenta, la imprudencia de una falta innecesaria le salió muy cara a Panamá y
rompió definitivamente el equilibrio. La falta fue ahora sobre Messi que
trataba de controlar un balón de espaldas a la portería panameña y fue golpeado
por abajo y arañado en el cuello en la misma jugada, ante lo cual el árbitro
decretó un tiro libre directo que por supuesto cobró Messi y lo convirtió en
gol con un toque suave y magníficamente colocado muy cerca de la horquilla.
Corría el 77' y el marcador ya estaba 2-0 a favor de los argentinos.
Ya con
Panamá bastante desdibujada y corriendo el 86', Ever Banega mandó un pase raso
y al centro para Messi que recibió, se quitó a un enemigo y disparó al arco
para marcar el 4-0. Unos minutos después, al 89', La Pulga tomó el esférico
cerca de la media cancha y mandó un largo pase al área donde Rojo retrasó con
la cabeza para Sergio Agüero que, estando solo y sin marca en el área chica,
empujó al fondo de la portería canalera para marcar el 5-0 definitivo.
En 30
minutos, Messi había logrado un hat trick y una asistencia para gol,
resolviendo un partido que parecía trabado y dándole a Argentina la
clasificación.
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