La
Selección Nacional de México sufrió durante gran parte del partido pero logró
alzarse con la victoria gracias a un cabezazo de Javier Chicharito Hernández en
la recta final del mismo y terminó derrotando a su similar de Chile por 1 tanto
contra 0 en el Qualcomm Stadium de San Diego, California, Estados Unidos.
Juan
Carlos Osorio, el técnico del conjunto tricolor, optó por una alineación
inédita con Talavera en la portería, Yasser Corona y Néstor Araujo en la
defensa central, así como Miguel Layún y Paul Aguilar en los laterales. La
formación fue 4-4-2 pero varios jugadores arrancaron fuera de sus posiciones
originales y el equipo no se vio nada bien en el inicio del partido. En la
media cancha salieron Héctor Herrera y Diego Reyes con Raúl Jiménez y Jorge
Torres Nilo en las bandas y adelante estuvieron Oribe Peralta y Jesús Tecatito
Corona.
Chile,
que si bien aún no encuentra su mejor forma bajo las órdenes de Pizzi, tomó con
total seriedad el compromiso, saltó al terreno de juego con sus mejores hombres
y, sobre todo, con una ambición enorme para morder en todos los rincones del
campo.
Los
andinos comenzaron presionando desde muy adelante al conjunto mexicano y si
bien tararon 25 minutos en mandar el primer aviso serio con un remate que se
estrelló en el poste de la portería defendida por Talavera, poseían el balón y
controlaban el partido. El Tri sufrió con la fuerte presión de los chilenos que
rápidamente recuperaban el balón o forzaban a los mexicanos a salir con largos
trazos para evitar perderlo en su propio campo.
La Roja
dominaba con claridad y constantemente imprimía velocidad en sus jugadas pero
fallaba mucho en el último tramo y no supo traducir su dominio en goles ante
una selección mexicana que lucía desarticulada y más preocupada en bajarle el
ritmo al partido que en responder a los ataques chilenos. Si bien los
mediocampistas del conjunto tricolor no fueron capaces de armar jugadas
ofensivas de consideración en el área enemiga, poco a poco fueron logrando
neutralizar a la ofensiva del equipo andino y se las ingeniaron para
sobrellevar el primer tiempo sin admitir goles.
Para la
segunda parte comenzaron los ajustes por parte de Osorio y poco a poco fue
moviendo sus piezas para colocar a cada jugador en su posición acostumbrada,
salvo Layún que pasó del lateral izquierdo al lateral derecho en la segunda
parte.
Alexis y
Arturo Vidal se cansaron de desbordar e intentaron en repetidas ocasiones
horadar la portería mexicana pero no tuvieron suerte y las oportunidades se
fueron escapando mientras el reloj seguía su curso y Talavera vigilaba cada
disparo aunque nunca tuvo necesidad de emplearse a fondo principalmente porque
la mayoría de los disparos de los atacantes sudamericanos salieron desviados de
su marco.
El
partido fue muy ríspidos y ambos equipos cometieron cualquier cantidad de
faltas por lo que el árbitro se vio obligado a entrecortarlo y a sacar varias
tarjetas amarillas.
Cuando ya
corría el 87', Chucky Lozano, que entró de cambio al 62', desbordó por la banda
derecha, frenó y se apoyó con Layún, que cambió de banda para la segunda parte,
y este mandó un magnífico centro pasado a segundo poste donde saltaba solo
Javier Hernández, que tenía apenas unos minutos en el terreno de juego, para
cabecear y mandar la pelota muy cerca de la horquilla y anotar de esa forma el
único gol del partido ante la algarabía de los aficionados que llenaron el
estadio en San Diego y apoyaron en todo momento al tricolor.
México
cerró filas y ya no permitió más aproximaciones de Chile, salvaguardando de esa
forma la victoria y, de paso, el cero en puerta.
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