La
Selección de Colombia se convirtió en la primera clasificada a cuartos de final
de la Copa América Centenario al derrotar por 2 goles contra 1 a su similar de
Paraguay en un partido efectuado en el Rose Bowl y correspondiente al Grupo A y
luego de que el combinado de Estados Unidos goleara por 4 tantos contra 0 a
Costa Rica y reviviera sus esperanzas de clasificar a la siguiente ronda.
José
Pekerman utilizó una formación 4-2-3-1 con James Rodríguez como enganche en el
centro del campo y liderando las ofensivas colombianas ante un duro y combativo
Paraguay en un encuentro en el que hubo cualquier cantidad de faltas e
interrupciones.
Colombia,
con su buen trato de balón, tomó la iniciativa y adelantó filas desde el
silbatazo inicial ante un equipo guaraní que peleaba cada balón con fiereza,
mucho músculo pero también mucha menos idea. En una de las primeras incursiones
de los cafetaleros sobre el área paraguaya, cuando corría el 12', sobrevino un
tiro de esquina ejecutado de gran forma por James Rodríguez desde la banda
derecha. El centro del 10 de Colombia hizo una comba y aterrizó en el área
justo a la cabeza de Carlos Bacca quien no desaprovechó la oportunidad para
anidar el esférico en la portería y marcar el 1-0. El balón se incrustó muy
cerca de la horquilla, dejando sin oportunidad a Justo Villar, arquero de
Paraguay.
Los
guaranís adelantaron filas y con fiereza intentaron nivelar las acciones pero
carecieron de profundidad e idea para abrir la cancha y sus mejores
aproximaciones se fueron dando principalmente por errores de la defensiva
colombiana que cometió demasiadas faltas innecesarias, perdió importantes
balones que parecían fácilmente controlables y erró innumerables pases cuando
intentaba salir jugando el balón en camino a un contragolpe.
Carlos
Bacca peleó con la defensa paraguaya por un largo balón despejado por Colombia
y logró robar el esférico a tres cuartos de cancha, habilitó a Edwin Cardona
quien se revolvió entre tres defensores y se las arregló para retrasar la de
gajos hacia la llegada de James Rodríguez quien con gran clase y categoría se
acomodó abriéndose ligeramente a la izquierda y mandó un disparo raso a segundo
poste que venció de nueva cuenta a Justo Villar y puso el marcador 2-0.
Paraguay
no bajó los brazos y mantuvo la insistencia pero la bien plantada defensiva
colombiana parecía tener el partido controlado y las mejores aproximaciones de
los rojiblancos se presentaban casi exclusivamente en jugadas a balón parado.
Gustavo Gómez obligó a David Ospina, arquero del combinado colombiano, a
emplearse a fondo con un cabezazo en un centro derivado de una jugada a balón
parado y estuvo a punto de acercar a Paraguay en el marcador pero la gran
estirada del arquero cafetalero impidió la anotación.
Cuando ya
se corría el tiempo añadido por el árbitro en la primera parte, Darío Lezcano
mandó un impresionante disparo desde larga distancia sobre la portería
defendida por Ospina pero el esférico se estrelló en el travesaño y salió
rebotado.
Ramón
Pelado Díaz, director técnico de Paraguay, tomó cartas en el asunto e hizo un
par de modificaciones para la segunda parte, haciendo ingresar a Jorge Benítez
y Víctor Ayala en busca de darle mayor fluidez y profundidad al juego de
Paraguay que salió con todo para la segunda parte pero volvió a enfrentarse a
una bien plantada y ordenada Colombia que seguía generando mucho peligro en los
contragolpes y bien pudo anotar en una ocasión más pero el árbitro invalidó la
acción por un fuera de lugar.
Víctor
Ayala, con un soberbio disparo desde larga distancia al 70', logró acercar a
Paraguay 2-1 y el partido, que ya parecía hasta cierto punto resuelto por
Colombia, volvió a calentarse.
Paulo Da
Silva, zaguero de Paraguay, también hizo lo suyo en una jugada a balón parado
en la que cabeceó y el balón se coló al fondo de la portería de Ospina pero el
árbitro también invalidó la acción por un fuera de lugar del propio Da Silva.
Cuando
corría el 81', Oscar Romero controló un balón en la media cancha y en lugar de
pasarlo a un compañero decidió enfrentar a dos contrarios y lo perdió. Como su
equipo quedó mal parado y podía ser víctima de un contragolpe, Romero le jaló
la camiseta al primero y luego se lanzó como tacle sobre el segundo para
impedir un daño mayor, por lo que el árbitro le sacó la tarjeta amarilla y, por
acumulación, lo obligó a salir del terreno de juego, dejando a su equipo, que
buscaba afanosamente el empate, en una situación muy comprometida.
Edwin
Cardona estrelló un disparo en el larguero casi inmediatamente después de la
expulsión, dejando en claro que Colombia volvía a ser el dueño de la situación.
Los
colombianos le bajaron el ritmo al partido, frenando los embates paraguayos y
Pekerman hizo lo suyo al programar cambios en los minutos finales para
salvaguardar la victoria que le garantizaba el pase a los cuartos de final a
Colombia que vencía de esta forma a una aguerrida selección paraguaya que sin
duda vendió cara su derrota.
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