Es común ver al Tuca en la Liguilla del futbol mexicano. En su larga trayectoria como entrenador se ha convertido en continuo invitado a la fiesta grande y ha logrado que Tigres, un equipo que tiene 3 décadas sin un título, vuelva a la vida e ingrese a esta etapa del campeonato.
Los Tigres se han mostrado muy sólidos y son, sin duda alguna, fuertes contendientes en esta instancia. Fueron a Pachuca y se encontraron con el triunfo por lo que un empate hoy les hubiera dado la clasificación pero el Tuca, sabedor de que el Pachuca podía meterse al partido con un gol, optó por finiquitar el compromiso lo más pronto posible.
Los Tuzos requerían de un triunfo por dos goles, pero aún así no se desbocó al frente sino que fue un tanto precavido y lo pagó caro porque mientras estudiaba como anotarle a los bien pertrechados felinos, estos les anotaron el primero y ante la confusión surgida en el cuadro hidalguense, los norteños se fueron al frente y terminaron por pasarles encima con un contundente y lapidario 3-0 en el 1er tiempo.
Apareció Lucas Lobos con su futbol desequilibrante y acompañando y surtiendo de balones a sus compañeros. También apareció Damián Alvarez con una jugada en la que le escondió el balón a la zaga y el portero tuzos de tal forma que no supieron ni por donde pasó para anotar un gran gol.
Al principio del 2o tiempo Tigres buscó enfriar el partido que, a todas luces estaba sentenciado y defendió siempre con superioridad numérica para enfriar a su rival.
La fiesta era grande en el Volcán. Surgieron los cánticos en las tribunas que festejaban todo lo que hacía su equipo. Si bien todavía los Tigres buscaron más goles y estuvieron cerca de hacerlo, el balón se negó a entrar de nuevo en la cabaña del Pachuca.
De cualquier forma, los universitarios obtuvieron el pase con un contundente 4-0 y están muy merecidamente en semifinales.
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