Triste adiós

Cruz Azul requería ganar para asegurar el pase y encaró el partido con todo. En cuanto sonó el silbato se fueron al frente y en la primera jugada Tito Villa metió un cabezazo para inaugurar el marcador. El 1-0 estaba ya en el marcador. Si bien el América no podía clasificar a la Liguilla de ninguna forma, sí se jugaba mucho en este clásico, ante todo, evitar el sótano general de la tabla de posiciones.

La respuesta americanista se dio muy pronto, pero a diferencia de los cementeros, las Águilas no pudieron convertir sus aproximaciones y el dominio territorial en goles, por lo que el partido permaneció con ventaja azul.

El América corrió y mucho, pero le faltó claridad y en las pocas jugadas de peligro, faltó quien anote el gol. El último toque. Sin Benítez, la delantera azulcrema se ve inofensiva. La lucha no es suficiente cuando se tiene enfrente a un cuadro bien plantado, con oficio y, sobre todo, determinación.

Después de mucho ir y venir americanista, Cruz Azul por fin cuajó un contragolpe que fue bien aprovechado por el Chuleta Orozco para anotar el segundo tanto cementero que cayó como un balde de agua fría en la afición americanista. A partir de ese momento, Meza buscó amarrar la victoria sacando a un delantero, Orozco, por un defensa pero enfrente tenía a un equipo sin alma, desconsolado y descontrolado que seguía reclamando una jugada previa en la que el árbitro había anulado un gol al América por una falta aparentemente inexistente. Cruz Azul se enseñoreó y los olés no tardaron en aparecer.

En otra descolgada, de nuevo se conjugan errores en la defensiva americanista y Villa aprovechó para colocar suavemente sobre la tímida salida de Navarrete y sepultar al América 3-0 poniendo a la Máquina provisionalmente en el superliderato general de la competencia en espera de lo que hagan las Chivas y demás aspirantes.

El Rolfi anotó minutos después un buen gol de tiro libre pero el partido ya estaba sentenciado. El marcador final, 3-1 a favor del Cruz Azul, representa un triste adiós a la pésima campaña americanista que tiene mucho trabajo por hacer para resarcir esta bochornosa actuación en la que, entre otras cosas, perdió todos sus "clásicos", ante Chivas, Pumas y Cruz Azul.

El América se despide sin haber podido obtener un solo punto ante los "equipos grandes" de México. Un triste adiós de un equipo sin alma, sin convicción y muy mal preparado.