Víctor Valdes se
erigió como el héroe para que el Barcelona se agenciara la Supercopa de España
al igualar a cero goles con el Atlético de Madrid en el Camp Nou ante más de 74
mil espectadores.
La sorpresa en el
arranque la dio Martino al alinear a Messi y Neymar de inicio pero ni la
presencia de ambos astros fue suficiente para romper la dura barrera impuesta
por un Atlético de Madrid que forzó el juego y desarticuló los avances
blaugranas rompiendo cualquier intento por llegar a gol.
El Barcelona volvió
a apostar por la posesión del balón pero no supo superar a la bien plantada
zaga rojiblanca que desarticulaba las acciones cada vez que los locales
buscaban profundidad. La estrategia del Atlético funcionó y forzó un juego muy
físico, poco vistoso y muy enredado. Sin opciones claras de gol por parte de un
Barcelona que intentó de todo pero con poco éxito.
La marcación sobre
Messi fue muy dura y la Pulga se perdió por largos lapsos del partido. Nadie
tomó la batuta y a los mediocampistas les costaba encontrar a sus compañeros al
frente y cuando lo hacía, estos estaban con una marca encima y muy incómodos. Ni
Cesc, ni Neymar, ni Alexis y mucho menos Messi pudieron encontrar balones a
modo y vivían la mitad del tiempo con algún zaguero a su lado. El Atlético no
dudó en usar la fuerza cuando era necesario y frenar el juego para evitar que
los locales construyeran algún avance o se escaparan cuando este parecía
cuajar.
Así las cosas, fue
el Atlético el que más cerca estuvo de crear peligro en el primer tiempo con un
par de aproximaciones que pusieron a trabajar a Víctor Valdés pero lo mejor
estaba por venir en la segunda parte.
Para el segundo
tiempo, el Barcelona mantuvo la insistencia pero seguía chato a la ofensiva y
no lograba desequilibrar a una defensa bien parada y que sabía emplear la
fuerza en el momento justo para frenar sus intentos de avance y, por otra
parte, el Atlético fue tomando confianza y lanzando sus contragolpes sobre el
marco local con la intensión de desbalancear un partido muy cerrado.
Así las cosas, Villa
se encontró con un balón y no dudó en probar a Valdés quien se estiró cuan
largo es para impedir que el esférico se colara en su portería. Martino vio a
su equipo en desventaja y metió a Pedro primero y después a Iniesta para darle
salida y el Barcelona por fin encontró caminos pero de cualquier forma se
excedió en los toques laterales y no encontró la tan ansiada profundidad. Ahora
controlaba mejor el balón pero de todas formas le faltaba tirar a gol.
Sobrevino un penal
sobre Pedro y Messi lo estrelló en el larguero. No era su noche. Pero sí la de
Valdés que volvió a agigantarse sacando otro balón que llevaba etiqueta de gol
y mantuvo el empate a ceros ante un Atlético de Madrid peleador que rompió con
fuerza los intentos de futbol del Barcelona y aunqu no fue capaz de anotar un
gol, cayó con las botas puestas.
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