La Selección
Mexicana Sub-17 ha dado una muestra más de entereza al superar a un duro rival
como lo fue Italia en el Estadio Mohammad Bin Zayed Abu Dhabi, Emiratos Árabes
Unidos.
Después de la
estruendosa derrota inicial del Tri Sub-17 pocos pensaban que podría levantarse
y el equipo ha demostrado paso a paso que tienen capacidad para eso y mucho
más. Italia no puede verse simplemente como un peldaño más. Los europeos
plantearon serias dificultades al equipo tricolor y por momentos arrinconaron
en su campo a los mexicanos que, sin embargo, han mostrado un corazón enorme y
han sabido salir adelante pese a todas las dificultades.
Italia comenzó mejor
y se adueñó del balón. Supo cerrarle el paso a México y con una presión
constante se veía muy peligroso. Los mexicanos se veían superados y copados en
su propio campo pero supieron esperar su momento y con un zarpazo dieron un
golpe contundente que le cambio el rumbo al partido. Italia parecía dueño y
señor del partido pero un error defensivo en la salida permitió que Alejandro
Díaz tomara el balón y mandara un tiro un tanto bombeado que tomó mal parado al
arquero italiano para anidarse al fondo de la portería para el 0-1 que ponía al
frente al Tri.
Italia no dudó en
lanzarse con todo al frente y de hecho puso a trabajar a Raúl Gudiño, el
arquero tricolor, quien sin duda alguna fue el héroe de la jornada al detener
todo lo que iba para adentro de su portería.
Italia estuvo a
punto de empatar el partido al final del primer tiempo cuando un despeje
precipitado de Gudiño cayó a la cabeza de un ofensivo italiano pero el remate
se estrelló en el poste de la portería mexicana para su mala fortuna y ambos
equipos se fueron al descanso con el marcador 0-1 a favor de México.
El partido se
convirtió en un ir y venir en el segundo tiempo cuando los italianos se
lanzaron con todas sus armas en busca del tanto de la igualada y los mexicanos
respondieron con peligrosos contragolpes que también iban cargados de peligro y
realmente ambos equipos fueron afortunados al no recibir más goles.
Al final del
partido, con Italia volcada al frente y Gudiño salvando una y otra vez su
marco, se dio un contragolpe en el que Ochoa encaró en un mano a mano al
arquero italiano y de hecho se lo quitó pero el balón se le escurrió hacia la
banda donde apareció Tovar quien a toda velocidad lo tomó y lo devolvió al
centro donde Ochoa esperaba pacientemente para empujarlo al fondo de la
portería italiana para el 0-2 definitivo que sellaba el emotivo pase de México
a la siguiente ronda.
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