La estrategia
terminó funcionándole a la perfección a Mourinho aunque con cierta dosis de
sufrimiento y el Chelsea logró agenciarse una importante victoria de visitante
por 3 goles a 1 ante el Norwich City en Carrow Road.
Fiel a sus tácticas,
Mourinho planteó un partido al contragolpe y su equipo lo desarrolló
perfectamente. Cuando corría el '4, un largo despeje cayó a la zona de Demba Ba
quien controló el esférico, giró y cedió un magnífico pase para la llegada de
Oscar quien no dudó y mandó un fogonazo raso que venció la estirada de John
Ruddy para el 0-1 que obligaba al Norwich a bregar contra la corriente en su
propia cancha.
El equipo local
buscó el gol del empate con denuedo y el Chelsea no dudó en cederles la
iniciativa en busca de finiquitar el encuentro con algún vertiginoso
contragolpe. Cuando corría el '68, Norwich desbordó por la banda izquierda y
mandó un largo centro pasado al segundo poste donde Ricky Van Wofswinkel
cabeceó para poner de nuevo el balón en el centro y Pilkington cabeceó de nuevo
para vencer a Cech y anotar el ansiado empate.
De inmediato,
Mourinho hizo modificaciones y sacó del terreno de juego a Demba Ba que había
hecho un enorme esfuerzo, para meter a Samuel Eto'o, también sacó a Ashley Cole
para ingresar a Eden Hazard y unos minutos después, retiró a Juan Mata para
incluir a Willian y los cambios le dieron resultados.
Cuando corría el
'85, la defensa del Chelsea rechazó un tiro de esquina y rápidamente cuajaron
el contragolpe mandando primero el balón a la banda derecha y, de ahí, al
centro buscando la velocidad de Hazard quien aprovechó que Tettey rechazó
débilmente el balón y mandó un fuerte disparo raso a la derecha de Ruddy quien
logró frenar el balón pero no lo suficiente para pararlo y este se fue colando
lenta y angustiosamente hasta ingresar en su meta para el 1-2 que volvía a
darle la ventaja al Chelsea.
Cuando corría el
'86, Samuel Eto'o tomó el balón por la derecha y quebró hacia el centro pero se
estrelló con el muro defensivo y el balón salió rebotado aunque para mala
fortuna del Norwich, Willian se adelantó a todos y mandó un soberbio disparo
que se incrustó en el ángulo de la portería local para el 1-3 que finiquitaba
el encuentro y le daba la victoria al Chelsea.
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