El Bayern de Múnich
ha dado un golpe de autoridad al vencer claramente por 3 goles contra 0 al
Guangzhou aunque ha decir verdad, bien pudo ser una goleada ya que el conjunto
bávaro fue ampliamente superior a su rival y de no ser porque los postes se
interpusieron en 5 ocasiones, el marcador hubiera podido ser realmente
escandaloso.
El Bayern, fiel a su
estilo, tomó el control del esférico y le imprimió un ritmo vertiginoso al
partido forzando a Guangzhou a replegarse en su propia puerta para defenderse
como gato boca arriba y evitar la goleada.
El campeón asiático
logró resistir por 40 largos minutos pero cuando se rompió el dique, los goles
fueron cayendo y el partido se inclinó hacia el Bayern irremediablemente.
Ribéry fue el encargado de abrir el marcador con un soberbio zurdazo al 40',
Mandzukic puso el 2-0 al 44' y Goetze cerró la cuenta con un disparo de media
distancia al 47' y a partir de ahí, el Bayern le bajó al acelerador y aunque
nunca dejó de presionar, ya no logró volver a horadar la puerta contraria y el
partido terminó 3-0.
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