Pese a ser locales y
tener enfrente a un América disminuido, Querétaro no quiso arriesgar y firmó un
empate a cero que deja la puerta abierta en la lucha por los últimos puestos de
Liguilla.
El América tuvo en
el terreno de juego a algunos de sus seleccionados y en la banca a otros y
buscó generar jugadas pero su accionar no fue del todo bueno y terminó
aceptando el empate al no poder superar a la bien plantada defensiva queretana
que, fiel a su estilo, jamás perdió el orden y buscó atacar únicamente a
contragolpes.
Ambos equipos
priorizaron el orden táctico y eso no benefició en nada al espectáculo ya que
el partido se desarrolló preferentemente en el medio campo y las aproximaciones
de gol fueron contadas y sumamente discretas en ambos bandos.
Para la segunda
parte, Ignacio Ambriz buscó adelantar filas pero sin arriesgar de más y si bien
los Gallos Blancos se vieron un poco más dominadores, de cualquier forma fueron
incapaces de traducir sus mejores minutos en jugadas de gol y el tiempo fue transcurriendo
inexorablemente con el empate a ceros en el marcador.
Conforme avanzaba el
reloj, Ambriz decidió arriesgar un poco más y metió al terreno de juego a
jugadores de vocación más ofensiva pero ni así logró desnivelar el partido que
seguía muy trabado en el medio campo y muy lento en su accionar.
Definitivamente, la especialidad del Querétaro es el contragolpe y en esta
ocasión que requerían empujar hacia el frente simplemente no supieron hacerlo y
terminaron con un empate que los deja a expensas de lo que pudieran hacer sus
competidores que también pelean por un boleto a la Liguilla.
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