El caso Qatar

Sin duda alguna, el tiempo le ha dado la razón para los que desde un inicio dijeron que la elección de Qatar como sede del Mundial de la FIFA 2022 había sido un error y es que durante estos meses han salido a relucir muchos detalles que, de inicio, se pasaron por alto.

Ayer salió Jerome Valcke a una rueda de prensa y señaló que "el Mundial de Qatar no se disputará en verano. Creo que se jugará entre el 15 de noviembre y el 15 de enero, como muy tarde" según reproducen varios medios alrededor del mundo.

Si bien se sabe que la FIFA ya ha analizado esa posibilidad e incluso lanzó una consulta a finales del 2013 para sondear esa posibilidad, Jim Boyce, Vicepresidente de la FIFA, ha salido de inmediato a matizar las declaraciones del Secretario General diciendo que "la situación que yo conozco es que el Comité Ejecutivo de la FIFA estaría a la espera de realizar un informe junto con todos los actores involucrados en la realización de la Copa del Mundo y, para ser honestos, estoy totalmente sorprendido".

No se pudo aclarar si los comentarios vertidos por Valcke fueron hechos a título personal o bien simplemente adelantó alguna discusión que está tomando fuerza pero sobre la cual no se ha informado al comité organizador ni a las asociaciones y por lo tanto fueron indiscretas pero lo que sigue quedando claro es que el Mundial de Qatar 2022 sigue siendo un dolor de cabeza para la FIFA ya que por fin Sepp Blatter ha reconocido explícitamente que "no sería responsable jugar el Mundial en Qatar 2022 en verano ya que las temperaturas podrían rebasar los 50° C.

Las declaraciones de Blatter fueron hechas a Inside World Football y dan más fuerza a lo declarado por Valcke. La elección de Qatar fue muy discutida en su momento ya que dicho país apenas tiene 2 millones de habitantes, no cuenta  con infraestructura para llevar a cabo dicha justa y en la presentación que se realizó en 2010 todo eran proyecciones y cuando se abordó el tema del clima en dicha presentación, se dijo que se acondicionarían los estadios para que las altas temperaturas no representaran peligro alguno.

Con el paso del tiempo, la FIFA se ha dado cuenta que no es tan fácil acondicionar el clima en todo un país y la posibilidad de mover las fechas ha ido cobrando fuerza pero algunos actores como la UEFA se oponen porque dicho movimiento representaría un problema mayúsculo para su organización y se tendrían que ajustar sus calendarios por lo que la controversia continúa y la presión aumenta.