Brasil y México
protagonizaron una verdadera batalla en el Estadio Castelao Fortaleza en el que
sin duda alguna, Guillermo Ochoa emergió como la figura del partido al
detenerle al menos 3 jugadas claras de gol a los brasileños.
El partido fue de
ida y vuelta de principio a fin ya que México no sólo plantó cara sino que
atacó al equipo local con la desfachatez que caracteriza a los equipos de
Miguel Herrera y que se está robando el corazón de la afición mexicana.
De inicio, México
fue mejor y tomó el balón intentando buscar la portería carioca pero se topó
con una bien plantada defensiva brasileña que mostró oficio y en todo momento
buscó generar acciones desde su propio campo y nunca se conformó con quitarle
el balón a los mexicanos.
Héctor Herrera probó
suerte desde media distancia pero su disparo salió ligeramente desviado de la
portería defendida por Julio César pero unos minutos más tarde, un cabezazo de
Neymar estuvo a centímetros de convertirse en gol pero fue perfectamente desviado
por Guillermo Ochoa quien lo sacó de la raya para salvar al Tri.
México mantuvo la
pelea por la posesión del balón y continuó intentando tiros de media distancia
pero sin buena fortuna pero cuando todo parecía indicar que no habrían más
sustos, un tiro libre de Brasil se coló y llegó a los pies de Paulinho quien
sin tiempo para pensar, perdió el mano a mano con Ochoa quien rechazó
providencialmente el esférico para salvar de nueva cuenta a México.
Brasil se lanzó con
todo para la segunda parte pero fue bien contenido por México que mostró
serenidad para resistir los embates y se dio tiempo para responder con
poderosos contragolpes que pusieron a temblar a más de uno en varias ocasiones.
Miguel Herrera no se
conformó con el empate y apostó por cambios ofensivos, ingresaron Javier
Hernández por Oribe Peralta, Marco Fabián por Héctor Herrera y Raúl Jiménez por
Giovani dos Santos con la finalidad de mantener la lucha y apretar a los
brasileños desde la salida pero los locales, impulsados por su público, no se
amedrentaron y mantuvieron la mira bien afinada en busca de un gol que les
diera la victoria y vaya que lograron generar peligro a tal grado que, de no
ser por Guillermo Ochoa que se agigantó en la portería mexicana, los brasileños
hubieran salido con la victoria de Fortaleza.
Neymar bajó con el
pecho un balón dentro del área y mandó un poderoso disparo que fue rechazado de
nueva cuenta por Ochoa y Thiago Silva entró sin marca y cabeceó en el área
chica pero también se topó con Ochoa quien rechazó el balón para salvar otra
vez a México y mantener el 0-0 en el marcador.
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