Como era de esperarse, no han acudido todos los invitados a la reunión convocada por Del Nido, presidente del Sevilla, a efectuarse en el Pizjuán. Han sido 12 los representantes de equipos de la Primera División española los que se han trasladado a la sede de la junta para debatir sobre el reparto de los derechos televisivos en la Liga.
La reunión ya ha comenzado y los asistentes han sido los "presidentes del Athletic, Josu Urrutia; del Granada, Quique Pina; del Villarreal, Fernando Roig; del Valencia, Manuel Llorente; del Racing, Francisco Pernía; del Zaragoza, Agapito Iglesias; del Betis, Miguel Guillén; y de Osasuna, Patxi Izco" según publica EL PAÍS. Adicionalmente, "están José Carlos Pérez, consejero del Málaga; Joan Collet, consejero del español, y Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético, a quien Del Nido ha ido a recoger personalmente a la estación de trenes de Santa Justa".
Los que no se han presentado son Getafe, Mallorca, Sporting, Levante, Rayo Vallecano y Real Sociedad, aunque esto no es por completo una sorpresa ya que Del Nido había anunciado hace un par de días que "es posible que en vez de 18 equipos seamos 12 el jueves, pero nada nos detendrá. Esto es una revolución de las bases, como la Revolución Francesa, y este proceso es imparable", según se publicó en la prensa española el miércoles.
El problema se centra en la inequitativa distribución de los ingresos televisivos que hace que la brecha entre Barcelona y Real Madrid crezca día a día. Actualmente, el futbol español recibe unos 680 millones de Euros, de los cuales, 150 millones, o sea el 26%, van a parar a las arcas del Barcelona y el Real Madrid, en comparación con los 42 millones que van al Valencia y el Atlético de Madrid, 25 millones que son para Villarreal, 24 millones para Sevilla.
El actual convenio data de noviembre de 2010 y fue propuesto por el Real Madrid y apoyado por el Barcelona, pero desde aquel entonces, el Sevilla se inconformó y no firmó la propuesta junto con el Athletic, Real Sociedad, Zaragoza y Espanyol. El acuerdo en vigencia establece que los dos clubes grandes, Barcelona y Real Madrid, cobran el 17% cada uno. El Atlético de Madrid y Valencia se quedan con un 5.5%, el 11% va para los clubes de Segunda División, el 1% para el fondo del descenso y el porcentaje restante se reparte entre los demás equipos de Primera con algunos criterios especiales.
También existe un problema con las radiodifusoras que actualmente no pagan por transmitir desde los estadios y ya han dicho que no piensan hacerlo, por lo que algunos equipos les han prohibido la entrada y tienen que transmitir por celulares.
La respuesta no se ha hecho esperar y el Real Madrid convocó a Madrid, por supuesto, a un cónclave con los equipos que sí están de acuerdo con el convenio vigente actualmente.
Según publica AS, "Del Nido podría haber encontrado en el Atlético el mejor aliado para poner en marcha planes que tiene en mente y que ha discutido durante meses con Manuel Llorente (Valencia), Gil Marín (Atlético) o los Roig (Villarreal)". La idea es, básicamente, cambiar a un sistema de venta de derechos centralizado con una bolsa común, un poco más parecido a lo que hace la Liga Premier inglesa por citar un ejemplo.
Muchos clubes creen la Liga de Futbol Profesional requiere reformas estructurales e incluso una refundación y existe eco en varios sectores de la prensa hispana al respecto. Las reformas podrían incluir no sólo esta propuesta sino también la vuelta a la Asamblea, dejando atrás las Comisiones Delegadas, así como algún mecanismo de control económico basado en el modelo de "Caja Común" que también podría servir como fondo para garantizar el pago de la deuda de los clubes con los futbolistas, por lo que la Asociación de Futbolistas también lo ve con buenos ojos ya que esa fue la piedra con la cual se tropezaron para firmar el convenio colectivo y es un problema que a todas luces no está completamente resuelto con el modelo actual.
De cualquier forma, los 12 "del patíbulo" son mayoría ya que 6 equipos deciden no asistir y 2 no fueron invitados, por lo que las decisiones que tomen bien podrán ser implementadas si logran conformar un frente común.
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