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martes, 13 de septiembre de 2011

La apuesta

Pep Guardiola es un técnico inteligente que está acostumbrado a ganar. Sabe muy bien del trabajo y capacidad de su equipo y no duda en apostar para sorprender a propios y extraños. Hace algunos días se la jugó con una formación alternativa sacada de las libretas de ensayos del "Dream Team" y le salió bien la jugada. En esta ocasión apostó por mediocampistas, Mascherano y Busquets, para cubrir la defensa central del Barcelona ante el AC Milán, pero el albur no le salió del todo bien.

La ausencia de Piqué por lesión y el hecho de que Puyol aún no ha entrado en ritmo de juego después de su operación y rehabilitación, fueron las causas de la apuesta. Sin embargo, en esta ocasión no le ha salido tan bien que digamos ya que el cuadro rossoneri aprovechó la falta de oficio de los centrales y mostró su contundencia para obtener un maravilloso empate a 2, dadas las condiciones del partido.

En los primeros segundos del juego, Pato se dio un autopase y voló en medio de donde debió haber estado la zaga central para enfrentar y vencer al portero para el 1-0. Esto cambió por completo las expectativas y el cuadro milanés se tiró atrás en busca de contragolpear a los culés que controlaban ampliamente el centro del campo y muy pronto comenzaron con el conocido tiqui taca.

En la cintura, Guardiola puso a Iniesta, Xavi y Keita que surtían balones para Messi, Villa y Pedro dejando en la banca a Fábregas. La posesión del balón fue del Barcelona, no hay duda, pero el Milán no renunció del todo al ataque y puso en aprietos en más de una ocasión a la zaga azulgrana aunque no tanto a Víctor Valdez.

Pato fue una pesadilla, cada vez que tomaba el balón, la zaga culé tenía que multiplicarse porque simplemente no podían detenerlo. Para su fortuna, el brasileño se encontraba muy solo y muy lejos de Cassano, el otro delantero del Milán.

La prensa española se había servido con la cuchara grande al criticar la vejez y lentitud de los italianos. Para más de uno de los comentaristas ibéricos, Seedorf corre en cámara lenta, mas sin embargo, la visión de juego y su técnica para esconder y controlar el balón fueron una molestia para los españoles que tuvieron que atacarle con varias unidades para despojarlo del balón.

El empate llegó por conducto de Pedro gracias a un balón que luchó Messi contra 5 adversarios y que puso en el centro intuyendo que su compañero cerraría la pinza tal y como lo hizo. Una bella pincelada de un equipo que juega con los ojos cerrados. El Barcelona siguió con la misma tónica buscando el gol que les diera la victoria y fue Villa quien en el segundo tiempo metió un tiro libre pegado al poste para darle el 2-1 que muchos pensaron era definitivo. Los azulgrana controlaban el partido con sus incesantes y enloquecedores toques y los italianos se defendían con el camión echado en la portería, dejando a Pato y Cassano en el frente en busca de algún milagro.

En las postrimerías del partido, ya con 2 minutos de tiempo agregado por el árbitro, un cabezazo de otro brasileño, Thiago Silva dio agónico e inmerecido empate a un Milán que terminó defendiéndose con todo. La astucia y el toque de balón del Barcelona han sido detenidos por el oficio y la contundencia del cuadro rossoneri. Si bien ya había ingresado Puyol al campo, nada pudo hacerse, los italianos aprovecharon perfectamente un tiro de esquina y emparejaron los cartones.  Sin duda, un gran choque entre dos grandes equipos.

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