Adiós al Sheriff

Al término del partido del fin de semana, Fernando Quirarte renunció como entrenador de las Chivas Rayadas del Guadalajara, algo que no había ocurrido en la "era Vergara", pues normalmente, el controvertido directivo es quien se encarga de correrlos antes de que renuncien. Esta intempestiva renuncia del Sheriff ha caído como bomba en el alto mando del chiverío y se ha abierto el glifo declaratorio.

Vergara ha afirmado que "le dimos un Ferrari y lo convirtió en un Volkswagen" y Rafael Ortega ha abundado diciendo que "Quirarte estaba confundido, no sabía a quién poner, a quién alinear" e incluso, tanto Ortega como Vergara comentaron a un programa radiofónico de ESPN que "los jugadores se quejaban del planteamiento táctico y de los entrenamientos".

Fernando Quirarte ha dirigido en México en 13 torneos, desde el Invierno de 1999 hasta el presente Clausura 2012 en los que ha disputado 180 duelos tomando en cuenta tanto el torneo regular como la Liguilla. De esos 180 partidos, ha ganado 68, ha empatado 53 y a perdido en 59 para una efectividad de 48%.

Si tomamos en cuenta sus números desde que llegó a Chivas en la fecha 12 del Apertura 2011, entrega el timón con 11 juegos disputados, 3 ganados, 4 empatados y 4 perdidos, para un 39% total ya que el torneo anterior tuvo un 54% de efectividad y en este tuvo 0%.

Fernando venía de una larga inactividad. Antes de su aparición en el Apertura 2011, había entrenado a Jaguares en el Apertura 2005 con resultados curiosamente parecidos a los de este breve período con Chivas ya que terminó un torneo con Jaguares, el Clausura 2005, con buenos números y luego fue despedido al torneo siguiente, Apertura 2005, después de tan solo 7 jornadas en las que no había logrado ningún triunfo y apenas había obtenido 4 empates y 3 derrotas.

Lo curioso es que Quirarte fue traído por la directiva del Guadalajara cuando José Luis Real tenía al equipo en 4o lugar general y si bien no había obtenido buenos resultados en sus últimos partidos, el funcionamiento era respetablemente bueno. En aquella ocasión, corrieron rumores de que se había contratado a Quirarte para "hacer campeón" al Rebaño Sagrado y se había cortado un proceso de maduración con Real, moviendo a este a un puesto directivo.

La despedida de Quirarte fue entre lágrimas según reportan varias publicaciones deportivas, entre las que se encuentra Medio Tiempo. Para todos los presentes, era obvia la tristeza del otrora capitán y símbolo de aquellas Chivas de los 80's. Las palabras del Sheriff fueron simples y directas: "quiero informarles que tomé la decisión de dar un paso a un costado. La verdad me divertí, lo gocé pero no pude, quiero darles a todos ustedes las gracias por el esfuerzo que realizaron".

Aún así, apenas tuvo un micrófono en mano, Vergara lanzó la caballería diciendo que "seguramente va a repartir culpas. Dirá que no le dimos refuerzos o que no le apoyamos pero lo cierto es que fue un error contratarlo".

Durante su estancia en Chivas en este período, Quirarte fue un técnico discreto, tranquilo y siempre privilegió el cariño por el deporte y su amor por el equipo sobre cualquier declaración rimbombante o altisonante. Si bien sus números no espantan a nadie, tampoco son para cortarse las venas y el funcionamiento del equipo no es malo, pero sufre por su falta de claridad y contundencia. Chivas tiene equipo pero le ha faltado apuntalarlo.

Adiós al Sheriff. Se va un símbolo al que nadie podrá discutirle su amor y entrega en épocas en las que lideró la defensa rojiblanca pero al que siempre le reclamarán el no haber dado ese paso que se pensaba que se podía dar en el torneo pasado.