Santos Laguna llegó
al partido de vuelta de la semifinal de la CONCACHAMPIONS con una ventaja de un
gol gracias a su victoria 0-1 en Seattle pero lamentablemente cayeron en
excesos de confianza que bien pudieron costarles el partido y, de paso, la
clasificación a la gran final aunque a fin de cuentas lograron mantener el
empate y el 1-1 final les da el añorado pase a su segunda final consecutiva.
Santos Laguna
comenzó el partido sin meter a fondo el acelerador, como si quisiera estudiar a
su rival, sabiendo que el gol de ventaja los tenía en la siguiente ronda, por
lo que lo que menos quería era arriesgar y los visitantes tampoco pusieron
mucho énfasis en atacar, como si prefirieran sobrellevar el partido y esperaran
alguna oportunidad.
Carlos Darwin
Quintero rompió la monotonía con un golazo de tiro libre que se estrelló en el
travesaño y picó justo adentro de la
portería de Seattle Sounders para el 1-0 que ponía contra las cuerdas al equipo
visitante.
El gol le sentó bien
a Santos Laguna que se desamodorró y comenzó a ser más ofensivo, buscando abrir
el campo y encerrando por algunos lapsos al Seattle Sounders en su campo pero
si bien generaron buenas oportunidades, no fueron capaces de anotar un gol más
que hubiera definido el partido.
Después de
transcurrido un buen tiempo, el empuje de Santos Laguna fue bajando y Seattle
Sounders comenzó a sobrellevar la situación y a tomar confianza poco a poco.
Sin embargo, cuando
corría el '72, Neagle hizo una bonita jugada individual para vencer a Oswaldo y
anotar el 1-1 que metía a Sounders en el partido y el equipo visitante
despertó, aumentó la intensidad de sus ataques y puso en predicamentos a Santos
Laguna que si bien respondió con buenas ofensivas, también sufrió con los
ataques visitantes y terminó pidiendo la hora para que el árbitro finalizara el
partido y avanzaran a la gran final de la CONCACHAMPIONS.
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