La Vecchia Signora
ha dado un gran paso al mantener distancias después de su visita al San Paolo
al conquistar un valioso empate a 1 con el Nápoles.
El partido comenzó
muy movido ya que el Nápoles salió decidido a dar un golpe desde temprano y se
lanzó con todo al frente y lanzaron el primer aviso apenas a unos cuantos
segundos de haber comenzado el partido por conducto de Hamsik quien mandó un
bombazo que puso a trabajar a Buffon pero la Juve supo frenar ese ímpetu
inicial y fue imprimiendo su ritmo cadencioso y copando los espacios para
impedir el libre tránsito del equipo local desde su propia salida.
Poco a poco Pirlo
fue asentando a su equipo y comandando las acciones de peligro y cuando corría
el minuto 10 una genialidad suya puso de rodillas a los locales. Era un tiro de
esquina y el hábil centrocampista de la Juve lo jugó en corto, recibió el balón
de regreso y fintó como para retrasarlo pero de pronto se dio la media vuelta
para dejar sembrado a un defensa y rápidamente mandar un centro medido para el
salto de Chiellini quien de cabeza anotó el 0-1 que le daba ventaja a la Juve
en San Paolo.
El golpe anímico fue
muy duro y desbalanceó al Nápoles a tal grado que los locales cedieron la
iniciativa a la Juventus que si bien tuvo menos tiempo en sus pies el balón,
fue mucho más peligroso en toda la primera parte y bien pudo aumentar la
ventaja pero Vucinic falló a la hora buena y permitió que el Nápoles se
repusiera.
Cuando corrí el
minuto 43, Inler mandó un fuerte disparo sobre la portería de la Juve pero para
su buena fortuna, el balón fue desviado por un defensa y esto dejó sin
oportunidad a Buffon que en vano se estiró para ver entrar el balón en su
portería. Era el 1-1 que metía de nuevo al partido al Nápoles que catapultado
por ese golpe de suerte, volvió a lanzarse con todo al frente.
Al salir a la
segunda parte, los locales volvieron a lanzar toda su artillería pero cuando
lograban pasar el doble muro defensivo presentado por la Juve, Buffon se
encargaba de congelar el peligro. Sin importar la fuerza o el calibre del
disparo, Buffon supo mantener su arco en ceros en la segunda mitad, siendo sin
duda el jugador más importante del partido al permitir a su equipo salir de San
Paolo con un valioso empate que les daría el título en caso de igualdad de
puntos con el Nápoles al finalizar la temporada.
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