La radio española se
pasó una temporada completa fuera de los estadios de futbol. Los clubes querían
cobrarles la entrada y los radiodifusores se negaban amparándose en su derecho
a informar sin tener que pagar por ello.
Debido a esto, la
temporada pasada, los radiodifusores utilizaron alternativas diversas para
transmitir. Algunos lo hicieron desde algún bar, otros se subieron a las
azoteas de las casas vecinas a los estadios y otros simplemente narraban el
partido que veían en la TV.
La Liga Profesional
de Futbol preparó una oferta de 708,000 Euros por el paquete anual, la cual
posteriormente bajaron a 519,216 euros, pero las radiodifusoras también
mandaron contraofertas, Radio Marca ofreció 18,534 euros por la temporada y
Onda Cero y la SER ofrecieron 25,344 euros cada una.
La distancia era
enorme por lo que la Comisión Nacional de Competencia tuvo que intervenir para
evitar que el problema se eternice y se decidió que las radiodifusoras tienen
que pagar por usar las cabinas en los estadios aunque no deben cobrarles por
estar en el área técnica ni por entrevistar jugadores (unos extras que querían
embolsarse los clubes). Como buena decisión, la cuota no está ni de un lado ni
del otro, aunque tampoco en el justo medio.
La Liga calculaba el
costo por el uso de las cabinas en 569 euros por partido mientras que las
radiodifusoras decían que debieran ser entre 20 y 28 euros por partido y la
Comisión ha decretado que se deberán de pagar 98 euros por partido.
Ahora las
radiodifusoras que deseen usar cabinas pagarán sus 98 euros y tendrán acceso a
las instalaciones y las que no, podrán transmitir desde el pasto de manera
gratuita sin usar instalaciones de los equipos.
Ni tanto que queme
al santo, pero tampoco que no lo alumbre.