La FIFA ha revelado
que Joao Havelange y su yerno Ricardo Teixeira recibieron comisiones
millonarias por derechos audiovisuales, confirmando las suposiciones que por
años se habían hecho al respecto.
El origen de este
nuevo escándalo tiene sus raíces en la quiebra de ISL, una agencia de marketing
y de derechos televisivos ligada durante muchos años a la FIFA, en 2001. Dicha
quiebra generó pérdidas enormes a la FIFA y en su momento se manejaron cifras
estratosféricas. EL PAÍS comenta que el monto podría estar cercano a los 100
millones de euros.
El estallido de este
escándalo ha dejado al descubierto el hecho de que decenas de altos cargos de
la FIFA recibieron unos 90 millones de euros en comisiones por parte de la ISL
en su momento. Blatter tuvo en su poder una lista con los dirigentes que recibieron
las jugosas comisiones y nunca fue publicada sino hasta hoy miércoles ya que la
FIFA notificó el auto de sobreseimiento de la instrucción penal abierta por la
fiscalía de Suiza y la cual se había abierto por los malos manejos en el
período comprendido entre 1974 y 1998.
Según revela EL
PAÍS, la empresa ISL llegó a mover más de 2,400 millones de dólares por
concepto de marketing y derechos de transmisión de la señal y en el auto
mencionado no se señala que Havelange nunca notificó las comisiones a la FIFA,
por lo que la fiscalía suiza determinó que existió un conflicto de intereses en
la gestión del ex presidente del máximo organismo del balompié mundial y en el
auto trasciende que hubo "apropiación indebida, infracción del deber y
gestión desleal".
La FIFA y por
supuesto Havelange y Teixeira hicieron todo lo posible para que este escándalo
no saliera a la luz durante años, pero ya no pudieron evitar la publicación del
documento. Havelange se vio forzado a entregar un bono a la fiscalía suiza por
casi 6 millones de dólares, que es nada en comparación con lo que se dice que
recibió en su momento y en diciembre de 2011 renunció al Comité Olímpico
Internacional y unos días más tarde, siempre en el mismo mes de diciembre,
también renunció al Comité Ejecutivo de la FIFA, ya que sabía que la
publicación del documento era inminente aunque Blatter también hizo lo suyo
para postergarla.
La FIFA, como
siempre, hizo pública su satisfacción por el dictamen del Tribunal Supremo
Suizo y subrayó que Blatter no está involucrado en el caso aunque es obvio que
debió de haber estado al tanto ya que Havelange fue su padrino en FIFA y fue
este último quien lo nombró secretario general en 1981 y le cedió la
presidencia en 1998.
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