No hay duda, sobre
la Liga BBVA se ciernen nubarrones de tormenta muy serios que podrían, de nueva
cuenta, impedir el comienzo del torneo como sucedió hace muy poco tiempo. La
prensa española reporta una ruptura en las negociaciones entre los dos operadores
que comercializan los derechos de audio y video del futbol ibérico.
Como es bien sabido,
la gran mayoría de equipos de la Liga BBVA tiene serios problemas financieros y
sólo una muy pequeña élite presume de finanzas sanas. Al igual que a la hora de
contabilizar los puntos, al contabilizar ingresos, las arcas del Barcelona y el
Real Madrid están en otro universo con respecto a los restantes equipos
contendientes en la Liga BBVA.
EL PAÍS publica que
"los clubes de futbol se encuentran en un clima de división en torno a la
explotación de los derechos audiovisuales que complica el inicio de la
competición". Para decirlo en forma simple, los equipos medianos y
pequeños están hartos de que el Barcelona y el Real Madrid se repartan la
mayoría de los ingresos gracias a sus contratos con MEDIAPRO. Esta
desproporcionada repartición de los ingresos por derechos audiovisuales hace
cada vez más ricos a los dos equipos grandes y cada vez más pobres a los
restantes.
Uno de los grandes
éxitos de la Premier League fue precisamente el haber roto con la desproporción
y al firmar un contrato colectivo, hacer más equitativa y justa la repartición,
con lo que la competitividad de los clubes resultó beneficiada.
En España, los
derechos audiovisuales están repartidos entre dos operadores, MEDIAPRO y
CANAL+, pero estos han entrado en conflicto ya que el primero quiere subastar
el pago de derechos de la Liga BBVA e incluyó en su lista a equipos cuyos
derechos de explotación le pertenecen a CANAL+.
El conflicto podría
tener repercusiones graves sobre la Liga BBVA ya que hay muchos equipos que
simplemente dependen de esos ingresos para sobrevivir y si les hicieran falta
no podrían ni con el gasto corriente, no hablemos ya de pagar sus deudas, algo
que hacen normalmente vendiendo a sus estrellas cada vez que termina una
temporada.
Según datos
obtenidos en la prensa española, la diferencia es tal que los dos grandes, Real
Madrid y Barcelona, cuentan con ingresos que triplican a los del tercer lugar
de la Liga y que llegan a ser 10 veces mayores a los de los últimos lugares de
la tabla de posiciones.
Las quejas no son
nuevas y la situación es apremiante. No es la primera vez que se juntan equipos
medianos y pequeños y se quejan de esta inequitativa distribución de ingresos
ante la Liga de Futbol Profesional que se supone debería de mediar para encontrar
la mejor solución pero que, en la práctica, siempre cede ante la presión y los
intereses del Real Madrid y el Barcelona.
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