España entró al
campo de juego en Glasgow como una de las favoritas para competir por medallas
en Londres 2012 pero se llevó un fuerte chasco al enfrentar a un duro, bien
ordenado y rápido Japón que la hizo ver mal e incluso le perdonó la goleada.
El gol de Japón cayó
al minuto 33 por conducto de Otsu quien venció con un disparo raso a De Gea. La
velocidad y presión ejercida por los japoneses superó a los españoles quienes
se vieron lentos y desarticulados, incapaces de crear peligro. España jamás
encontró la forma de contrarrestar el empuje nipón y simplemente fue borrada
del terreno de juego para decepción de sus simpatizantes.
Si bien en un
principio, los españoles tenían serios problemas para elaborar sus jugadas,
conforme fue avanzando el partido, se vieron forzados a emplearse a fondo en su
propia área para evitar que el partido se le fuera por completo de las manos.
El técnico español
optó por cambios para tratar de alterar los acontecimientos pero estos no
funcionaron el equipo simplemente no mejoró y Japón terminó por imponerse pese
a los voluntariosos intentos españoles que se fueron diluyendo y confundiendo
con el tiempo.
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