En España los
equipos van calentando motores con vistas a la próxima edición de la Liga BBVA.
Cada día aparecen en los periódicos y tabloides las nuevas contrataciones o de
plano los llamados "culebrones" con declaraciones de jugadores que
quieren salir de sus equipos y entrenadores que quieren contar con ellos en
otros equipos.
Tales son los casos
de Kaká y Modric en donde el primero ya no quiere continuar en su equipo a
pesar de que el Tottenham quiere retenerlo o al menos recibir 40 millones de
euros por él mientras que el Madrid busca sacar la mayor cantidad posible por
Kaká para poder apostarle fuerte a Modric.
Muchos otros equipos
también apuestan por refuerzos aunque con más cuidado que en años anteriores
porque deben tener en cuenta la crisis que azota hoy en día a la península
ibérica y que podría mermar aún más sus ingresos para la próxima temporada.
El Real Madrid y el
Barcelona preparan con cierta discreción un nuevo duelo. Pocos dudan que la
próxima temporada será de nuevo escenario de un duelo entre estos dos grandes y
que, de nueva cuenta, los equipos restantes tendrán otra competencia o más bien
competirán a otro nivel y por objetivos distintos al campeonato de Liga.
El Barcelona
comienza un nuevo ciclo y espera mantener el nivel para impedir el cambio en la
Liga BBVA mientras que el Real Madrid hará todo lo posible por confirmar el
cambio de estafeta. Los merengues buscarán consumar el cambio de poderes en la
que es considerada la mejor liga del mundo.
El Barcelona se
enfrenta a un reto formidable. En el ciclo anterior, Pep Guardiola fungió como
referente y guía, llevando a su equipo a lo más alto tanto en su liga como en
Europa y el mundo.
Con Guardiola en el
banquillo, los culés trabajaron con humildad y fe con rumbo fijo. El técnico de
sangre azulgrana supo contener el protagonismo de Laporta y Rosell para guiar a
su equipo y hacerlo brillar como pocas veces se ha visto brillar a un equipo de
futbol en la historia del balompié.
El Real Madrid dio
tumbos durante muchos años y cambió de técnico como muchos cambian de
calcetines pero de pronto se encontraron a José Mourinho quien también ha
sabido ganarse la confianza de los directivos y ha impuesto su estilo y forma
de ser en el vestidor merengue, algo que tampoco es fácil. Los blancos ahora se
sienten confiados de haber encontrado a su director técnico, su genio capaz de
cumplirles el deseo de catapultarlos a lo más alto de la élite mundial.
Muchas voces indican
que Rosell no cree en Tito y que únicamente lo contrató para calmar todo el
ruido que se daba a su alrededor, pero nadie duda que en el Madrid todos creen
en Mourinho y tal vez por eso destilan tranquilidad. Lo que es cierto es que el
duelo entre ambos podría ser decisivo ya que mientras el Barcelona luchará con
todas sus fuerzas por mantenerse en la línea de su época dorada con Guardiola,
el Madrid pujará por el cambio de mando en la Liga BBVA.
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