Brasil entró como
claro favorito y desde el silbatazo inicial dio muestras de su poderío. La
defensa brasileña se vio ordenada y bien plantada y los trazos largos
simplemente eran mortales para los egipcios que no sabían cómo frenar a los
delanteros sudamericanos.
La paciencia, el
orden y la creatividad brasileña daban la impresión de que el partido se
convertiría en un baile en cualquier momento.
En el primer tiempo,
Brasil fue amo y señor del partido y simplemente hizo lo que quiso con Egipto.
Las jugadas se sucedían en el área egipcia y los goles fueron cayendo casi sin
esfuerzo. Bastaba un error para que Brasil anotara o hiciera alguna jugada de
fantasía.
Rafael anotó el
primero para Brasil, Leandro puso el segundo y Neymar, de cabeza el tercero y
todo parecía indicar que el partido se convertiría en una simple práctica con
Brasil enseñoreándose por todo el terreno de juego y Egipto sufriendo para no
recibir una goleada histórica.
Sin embargo, fue tal
el exceso de confianza de la zaga brasileña que, por un error, dejaron un balón
suelto y Aboutrika acercó a Egipto que entonces sí, le apostó con todo en busca
de meterse al partido aunque era obvio que Brasil los superaba en todo, pero
los africanos empujaron con entusiasmo y presionaron con fuerza hasta que Salah
mandó el balón a la red con un disparo fuerte y puso las cosas 3-2 borrando la
sonrisa socarrona de muchas caras en el cuerpo técnico brasileño que entonces
sí, comenzaron a preocuparse para evitar un susto más que les robara los 3
puntos que ya sentían en la bolsa desde la primera media hora del partido.
De cualquier forma,
la zaga brasileña se aplicó y ya no permitió más libertades para amarrar el
primer triunfo de los de amarillo que pese a todo, dejaron en claro que son uno
de los favoritos para competir por las medallas en Londres 2012.
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