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lunes, 16 de julio de 2012

En mal camino


El hecho de haber publicado el asunto de los cobros de comisiones por parte de las altas esferas de la FIFA y en particular de Havelange y Teixeira parece haber destapado la caja de pandora y han comenzado a ventilarse algunas acusaciones entre los otrora intocables del futbol.

El asunto podría salirse de las manos y, de paso, manchar muy seriamente la reputación de Blatter, algo que el máximo jerarca del balompié mundial ha cuidado escrupulosamente al grado de expulsar a quien ose ponerla en entredicho.

Según ha trascendido, en una entrevista de Blatter con el periódico suizo SONNTAGS BLICK, se ha sugerido que existieron irregularidades en la adjudicación del Mundial 2006 a Alemania, a lo que, de inmediato, Franz Beckenbauer ha respondido que "es incomprensible".

Blatter había permitido que el portal de la FIFA publicara una escueta entrevista en la que en 5 preguntas intentaba dar carpetazo al asunto de las comisiones cobradas por Havelange y otros altos cargos y que, entre otras cosas, ayudaron a la quiebra de ISL en su momento. Sin embargo, ahora en esta entrevista no todo estuvo tan controlado y el suizo se enredó cuando se tocó el tema de las adjudicaciones de los mundiales del 2018 y 2022 que tantas críticas han ocasionado y ante las cuales el propio Beckenbauer había hecho pública su molestia por el proceso en sí.

Blatter le comentó al periódico suizo que "Mundiales comprados… recuerdo que en el momento de la adjudicación alguien se fue. Así que en lugar de quedar 10 a 10, quedamos 10 a 9 a favor de Alemania. Me alegré porque no fue preciso un voto de desempate. Pero, vamos a ver ¿quién se levantó y se fue? Y ante la pregunta del periodista sobre si ¿supone entonces que hay un caso de corrupción? Blatter contestó tajando "no supongo nada, lo constato".

En la entrevista, de la que hace eco EL PAÍS de España, también se hizo otra confesión:

Antes de el episodio del Mundial de 2006, el suizo había realizado una confesión sorprendente. “Cuando yo era secretario de la FIFA, el presidente de la asociación de un país vino a mí. A la salida, se me acercó y me dijo: 'Sería bueno que el árbitro estuviera de nuestro lado'. Entonces me metió un sobre en la chaqueta”. Blatter completa el relato insistiendo en que fue un intento y que no se dejó comprar. “Volví a la oficina y abrí el sobre. Había 50.000 dólares. Le llevé el dinero al contable, que propuso que abrir una cuenta a nombre de este hombre y depositar el dinero. 14 días más tarde, había recogido el dinero. Desde entonces, nunca han intentado sobornarme”.

Beckenbauer ha respondido que lo que fue decisivo para la designación de Alemania como sede del mundial de 2006 fueron los votos en sobre cerrado de los países europeos que se habían decantado a su favor y Helmut Sandrock no dudó en calificar las palabras de Blatter como "nebulosas insinuaciones" y, de paso, insinuó que se trataba en realidad de una cortina de humo para desviar la atención de la cloaca abierta hacia cualquier otro lado.

Para muchos, el intento de la FIFA de darle carpetazo al asunto es absurdo y las afirmaciones de Blatter de que "no podemos medir el pasado con los estándares actuales" era un burdo intento de justificación de las acciones de Havelange. Lo que es realmente sorprendente es que el propio Blatter abra fuego en otras direcciones y sume enemigos a una causa de por sí débil desde las escandalosas designaciones de los mundiales de 2018 y 2022 en procesos por demás irregulares. Ahora Inglaterra podrá contar con Alemania como aliado en su cruzada contra la FIFA y sus procedimientos y esto podría ocasionar que se abra la caja de pandora.

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