El hecho de haber
publicado el asunto de los cobros de comisiones por parte de las altas esferas
de la FIFA y en particular de Havelange y Teixeira parece haber destapado la
caja de pandora y han comenzado a ventilarse algunas acusaciones entre los
otrora intocables del futbol.
El asunto podría
salirse de las manos y, de paso, manchar muy seriamente la reputación de
Blatter, algo que el máximo jerarca del balompié mundial ha cuidado
escrupulosamente al grado de expulsar a quien ose ponerla en entredicho.
Según ha
trascendido, en una entrevista de Blatter con el periódico suizo SONNTAGS
BLICK, se ha sugerido que existieron irregularidades en la adjudicación del
Mundial 2006 a Alemania, a lo que, de inmediato, Franz Beckenbauer ha
respondido que "es incomprensible".
Blatter había
permitido que el portal de la FIFA publicara una escueta entrevista en la que
en 5 preguntas intentaba dar carpetazo al asunto de las comisiones cobradas por
Havelange y otros altos cargos y que, entre otras cosas, ayudaron a la quiebra
de ISL en su momento. Sin embargo, ahora en esta entrevista no todo estuvo tan
controlado y el suizo se enredó cuando se tocó el tema de las adjudicaciones de
los mundiales del 2018 y 2022 que tantas críticas han ocasionado y ante las
cuales el propio Beckenbauer había hecho pública su molestia por el proceso en
sí.
Blatter le comentó
al periódico suizo que "Mundiales comprados… recuerdo que en el momento de
la adjudicación alguien se fue. Así que en lugar de quedar 10 a 10, quedamos 10
a 9 a favor de Alemania. Me alegré porque no fue preciso un voto de desempate.
Pero, vamos a ver ¿quién se levantó y se fue? Y ante la pregunta del periodista
sobre si ¿supone entonces que hay un caso de corrupción? Blatter contestó
tajando "no supongo nada, lo constato".
En la entrevista, de
la que hace eco EL PAÍS de España, también se hizo otra confesión:
Antes de el episodio
del Mundial de 2006, el suizo había realizado una confesión sorprendente.
“Cuando yo era secretario de la FIFA, el presidente de la asociación de un país
vino a mí. A la salida, se me acercó y me dijo: 'Sería bueno que el árbitro estuviera
de nuestro lado'. Entonces me metió un sobre en la chaqueta”. Blatter completa
el relato insistiendo en que fue un intento y que no se dejó comprar. “Volví a
la oficina y abrí el sobre. Había 50.000 dólares. Le llevé el dinero al
contable, que propuso que abrir una cuenta a nombre de este hombre y depositar
el dinero. 14 días más tarde, había recogido el dinero. Desde entonces, nunca
han intentado sobornarme”.
Beckenbauer ha
respondido que lo que fue decisivo para la designación de Alemania como sede
del mundial de 2006 fueron los votos en sobre cerrado de los países europeos
que se habían decantado a su favor y Helmut Sandrock no dudó en calificar las
palabras de Blatter como "nebulosas insinuaciones" y, de paso,
insinuó que se trataba en realidad de una cortina de humo para desviar la
atención de la cloaca abierta hacia cualquier otro lado.
Para muchos, el
intento de la FIFA de darle carpetazo al asunto es absurdo y las afirmaciones
de Blatter de que "no podemos medir el pasado con los estándares
actuales" era un burdo intento de justificación de las acciones de
Havelange. Lo que es realmente sorprendente es que el propio Blatter abra fuego
en otras direcciones y sume enemigos a una causa de por sí débil desde las
escandalosas designaciones de los mundiales de 2018 y 2022 en procesos por
demás irregulares. Ahora Inglaterra podrá contar con Alemania como aliado en su
cruzada contra la FIFA y sus procedimientos y esto podría ocasionar que se abra
la caja de pandora.
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