Era un secreto a
voces y en los pasillos de la Federación rusa se hacía cada vez más complicado
contenerlo hasta que Andrei Arshavin publicó la noticia en su página web: Fabio
Capello ha sido designado el nuevo entrenador de la Selección de Rusia.
La Federación rusa
había reconocido que Capello se encontraba, junto con otras grandes figuras,
entre los candidatos a tomar el timón de la selección tras el fracaso en la
Euro 2012.
Capello se lanzó a
la fama cuando tomó al Milán que dejaba Sacchi y logró hacerlo triunfar tanto o
más que su predecesor. Con aquel AC Milán logró los títulos de 1992, 1993 y
1994 de Liga y Copa en Italia y dejó una imagen imborrable que para muchos era claramente
la del mejor equipo del mundo en su época.
Nadie puede olvidar el triunfo de 1994 en la Champions con un
contundente marcador sobre otro grande, el Barcelona, al que barrió por 4 a 0
en Atenas. Aquel Milán contaba con grandes estrellas como Van Basten, Gullit y
Baresi y obtuvo 4 scudettos en 5 años.
Capello también
trabajó en el Real Madrid al que llegó precedido por su gran fama obtenida con
el AC Milán pero desde la rueda de prensa inicial dejó en claro su postura con
una frase que se ha hecho clásica: "me contrataron para hacer del Real
Madrid el mejor equipo de España, Europa y el mundo, no para dar
espectáculo" y si bien conquistó el título de Liga en la temporada 96-97,
salió del cuadro merengue con destino a Milán para una nueva etapa con los
rossoneri.
Capello dirigió a la
Roma desde 1999 hasta 2003 y ahí también logró obtener un Scudetto antes de regresar a su adorado Turín para entrenar
al que había sido su club durante la mayor parte de su carrera como jugador, la
Juventus. Con la Vecchia Signora obtuvo dos Scudettos más en 2004-2005 y
2005-2006 aunque lamentablemente estos títulos le fueron borrados de la cuenta
a la Juve por un escándalo de arreglo de partidos que también obligó a la
Vecchia Signora a descender a la Serie B italiana y, debido a esto, Capello
decidió marcharse de Turín para probar de nuevo suerte en el Madrid que tenía
un nuevo presidente.
En su segunda etapa
al frente del Madrid fue muy criticado por su estilo de juego y tuvo problemas
con varios jugadores pero logró romper la sequía y devolvió al cuadro merengue
a lo más alto del balompié español aunque dadas las fricciones, era obvia su
salida.
Habiendo cosechado
títulos a lo largo de más de una década, Capello llegó a Inglaterra y se
enfrentó de nuevo a todo el mundo para imponer su estilo cerrado, en ocasiones
ultradefensivo e implantó una disciplina militar en la que la única voz de
mando era la suya. Con el cuadro de la rosa no le fue bien e Inglaterra no
tiene grandes cosas que presumir de la era Capello. Su salida fue abrupta y se
debió a una agria disputa con la Federación por el tratamiento a un jugador que
era sometido a un proceso disciplinario por la Premier League.
Después del mal
sabor de boca con los ingleses, pocos le daban oportunidad en la lista
presentada por la Federación rusa pero para sorpresa de muchos, Capello está de
vuelta y sin duda implantará su disciplina y estilo en busca de hacer camino
hacia Brasil 2014.
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