Si bien Javier
Aguirre tomó al Espanyol en el sótano general de la competencia, sabía
perfectamente que, por su cercanía con otras 6 escuadras, en cualquier momento
se podrían meter a la pelea y, por ende, salir de la zona de descenso y el
orden y trabajo aplicados han sido catalizadores de un despertar de los
Periquillos que, por lo pronto, los ha puesto fuera de la zona roja gracias a 4
partidos en los que el Vasco ha logrado que su equipo no pierda.
Las mejorías del
Espanyol no son para asustar a nadie, un poco de orden en la defensa y oficio
en el ataque, pero han sido suficientes para que el equipo no pierda desde que
el técnico mexicano tomó el timón. Ayer supo apretar en su zona baja y permitió
que el Deportivo tuviera y tocara el balón en sectores donde simplemente no
podía hacer daño y los Periquillos aprovecharon esa intrascendencia visitante
para llevarse una importante victoria ante un rival que pelea, junto con ellos
mismos, por su permanencia en la Primera División española.
La estrategia era
simple, cubrir bien la retaguardia y entorpecer el tránsito rival en cuanto
pasaran de los tres cuartos de cancha y eso hicieron, pertrechándose para
contragolpear a la primera oportunidad posible y esperando un descuido del
equipo visitante.
Simao anotó el 1-0
cuando corría el minuto 30 gracias a un cabezazo suave y bien colocado y Stuani
remató al rival con el 2-0 cuando ya corría el minuto 89 en un partido jugado
al tú por tú y sin pausas, con un ir y venir sin tregua aunque con poca efectividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario