Los Red Devils han
logrado mantener la buena racha al imponerse por 2 goles contra 0 a West
Bromwich Albion pese a que Sir Alex Ferguson dejó en el banquillo a lo mejor de
su repertorio ofensivo para darles descanso con miras a los importantes
compromisos que se avecinan.
Todo se facilitó
gracias a un desafortunado autogol. Cuando corría el minuto 8, Young mandó un
peligroso centro desde la banda izquierda y McAuley, en su intento por
interceptar el pase, terminó anidando el balón en su propia puerta.
La bien plantada
defensiva del Manchester United solventó el partido sofocando cualquier intento
de rebelión del equipo visitante que no logró crear verdadero peligro sobre la
menta defendida por De Gea, permitiendo que los Red Devils se adueñaran del encuentro
y controlaran el partido.
Sin embargo, la
falta de contundencia de los locales permitió que West Bromwich fuera tomando
confianza y poco a poco fuera perdiendo el miedo de irse al frente en busca de
hacer historia ya que el WBA jamás ha logrado vencer a Manchester United en el
Teatro de los Sueños desde que se fundó la Premier League.
Los visitantes
fueron tomando confianza y adelantando filas en busca del empate por lo que Sir
Alex Ferguson se vio en la necesidad de hacer ingresar a Van Persie para tratar
de amarrar el partido, cosa que sucedió cuando corría el minuto 89 gracias a un
izquierdazo del ariete que finiquitó el duelo poniendo los cartones definitivos
2-0 a favor de los Diablos Rojos que mantienen el liderazgo de la Premier
League y afilan navajas para su próximo compromiso de la UEFA Champions League
contra el Real Madrid que sigue hundido en dudas y conflictos entre el cuerpo
técnico y sus jugadores.
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