Como buen derbi, el
partido fue muy disputado y pese a que la Juventus dominó, fue una jugada
polémica la que decidió el destino del encuentro. Pocos equipos pueden
disputarle el balón a la Vecchia Signora, actual campeona en la Serie A, y
Torino está consciente de sus limitaciones pero eso no impidió que le
complicara el encuentro.
La Juve ajustó sus
piezas para el derbi turinés y reacomodó a la defensa que pasó de 3 en fondo a
4, tal vez pensando en que Torino, como realmente sucedió, le apostara al
contragolpe. Pese a que ambos equipos se sabían a la perfección el guión del
contrario, se dieron ocasiones de peligro y el balón pudo entrar en ambos
marcos pero fue hasta la segunda parte, cuando corría el minuto 36 cuando se
dio el suceso que rompió el equilibrio entre ambos bandos. Giaccherini tomó el
balón desde el medio campo y buscó crearse un espacio pero Glik se barrió con
todo para despojarlo y el árbitro consideró que ameritaba la expulsión por lo
que Torino se quedó con un hombre menos en un partido muy complicado.
La Juventus leyó con
claridad el suceso y se lanzó al abordaje, buscando acosar la meta rival y unos
minutos después, el árbitro marcó un penal que parecía abriría la llave pero
para desgracia de la Vecchia Signora, Pirlo erró su disparo y ambos equipos se
fueron al descanso con la igualdad en los cartones.
Fue hasta el minuto
57 que Marchisio anotó el 1-0 y puso al frente a su equipo. El acoso había
rendido frutos y la Juve ya ganaba 1-0. Cuando corría el minuto 67, Giovinco
puso el balón abajo, junto al poste para marcar el 2-0 y sentenciar el partido
dándole la tranquilidad que requería su equipo.
Entonces Juventus
bajó el ritmo aunque no soltó por completo el esférico y parecía más preocupado
en que transcurriera el tiempo que en marcar otro gol pero aún así, Marchisio
puso cifras definitivas cuando corría el minuto 84 al anotar el 3-0.
No hay comentarios:
Publicar un comentario