El Atlético de
Madrid y el Athletic de Bilbao chocarán en la final de la Europa League en
Bucarest mañana miércoles 9 de mayo en lo que se espera será un choque de
estilos con dos equipos que han sabido dar momentos de gran futbol, pero
también han decepcionado por largos tramos del camino.
Ambos equipos tienen
un largo historial y sus aficiones presumen de grandes logros. El Athletic es
un equipo de abolengo que en su momento peleaba los primeros lugares con el
Real Madrid, Barcelona y Valencia y ni qué
decir del Atlético que se ha ganado un lugar en Europa y hace apenas un par de
años peleaba en la final de este mismo torneo.
Cada uno ha
desarrollado un estilo muy distinto. El Athletic de Bielsa busca tener el balón
y forzar su estilo mientras que el Atlético es mucho más intermitente y gusta
de responder con rápidas y desconcertantes ráfagas que pueden tomar
desprevenido a cualquiera.
Mientras un equipo
busca continuidad el otro responde a latigazos.
El Atlético está
mejor posicionado en la Liga BBVA con 53 puntos y un puesto para la Europa
League del año próximo aunque aún pelea por la Champions. El Athletic ha
sufrido en el campeonato local donde tiene 49 puntos y ha perdido casi toda
oportunidad de alcanzar las competiciones europeas.
Para el Atlético
siempre es importante ganar en casa donde ha cosechado el 72% de sus puntos en
la Liga BBVA mientras que el Athletic es un poco más equilibrado, con el 62% de
sus puntos obtenidos en casa.
El Athletic es un
equipo que ha crecido y mucho en la Europa League donde no sólo ha cosechado
mejores resultados sino donde también ha mostrado mucho mejor futbol ante
rivales que muchos daban por sentado no podrían enfrentar. Bielsa ha logrado
mucho como motivador de este equipo y les ha impuesto un estilo con el que se
identifican plenamente.
El Atlético es un
equipo propenso a atrincherarse en su zona y a responder con rápidos y
mortíferos contragolpes. Simeone tiene un discurso que en muchas ocasiones no
embona con lo que muestra su equipo pero que ha logrado agradar a su afición y
que también se identifica con su equipo.
Bucarest será
testigo de este enfrentamiento entre dos grandes equipos con estilos muy
distintos.
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