Jaguares cayó en
casa 3-4 ante Santos Laguna en un partido emocionante que fue disputado de
poder a poder y con dos equipos volcados al ataque y sin miramientos. Si bien
Jaguares había sido imbatible en fechas recientes cuando jugaba en Chiapas, los
Guerreros lograron darles la vuelta.
Ambos equipos se han
caracterizado por su desequilibrante fuerza ofensiva y en esta ocasión no fue
la excepción.
Daniel Ludueña fue
el encargado de abrir el marcador para poner al frente a Santos cuando corría
el minuto 24 la incrustar en las redes un disparo bien colocado desde el borde
del área. Pero Jaguares no pensaba bajar los brazos por lo que muy pronto consiguió
el empate. Cuando corría el minuto 28, Luis Gabriel Rey empujó el balón dentro
de la portería visitante para equilibrar el marcador, 1-1.
A partir de ahí,
Jaguares se asentó mejor en el terreno de juego y logró controlar mejor el
balón. Cuando apenas corría el minuto 31, el siempre peligroso Jackson Martínez
capitalizó ese dominio para poner al frente a su equipo 2-1.
El partido comenzó a
vivir sus mejores momentos, con ambos equipos en un duelo de poder a poder,
buscando responder cada ataque con otro más fuerte y con un ritmo vertiginoso.
Santos respondió por medio de Oribe Peralta que volvió a nivelar el marcador, 2-2.
Si bien era
imposible mantener ese ritmo loco durante todo el partido, ninguno de los dos
equipos se conformó con el empate y las ofensivas se sucedían en ambas áreas.
Daniel Ludueña puso
el 3-2 a favor de Santos cuando corría el minuto 60 pero Jackson Martínez
respondió para emparejar el marcador un cuarto de hora más tarde. Corría el
minuto 78 y el partido parecía que terminaría empatado a 3 pero Darwin Quintero
aprovechó un parpadeo para volverle a dar la vuelta al partido y sentenciar el
4-3 a favor de Santos cuando ya casi no quedaba tiempo en el reloj de juego.
Ya no había tiempo
para más y Santos terminó llevándose la victoria en su visita a Chiapas. El
partido fue cardiaco, disputado a una gran velocidad, con entrega y jugadas
llenas de futbol pero sin faltar la polémica y, por supuesto, el gol.
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