El Nápoles se hizo
de la Copa de Italia, la 4a en su historia, al vencer al invicto ganador del
Scudetto, la Juventus de Turín y por fin ha resurgido después de 22 años de no
ganar ni un torneo. Desde épocas del glorioso Maradona, los napolitanos no habían
podido festejar un título, por lo que ahora festejan este ansiado
resurgimiento.
Alessandro Del Piero
había anunciado su retiro y para el Juventus que había logrado obtener el
Scudetto de forma invicta, era importante despedirlo con un triunfo pero los
napolitanos simplemente se opusieron y le amargaron la despedida al capitán, el
eterno Del Piero.
Del Piero, un enorme
medio campista de 37 años y con 705 partidos a cuestas, jugó toda su vida para
la Juventus. Durante 18 temporadas defendió los colores del primer equipo y
anotó 291 goles.
El Nápoles entró al partido con hambre de un
título aunque no pudo tener claridad en sus llegadas y sufrió para encontrar la
profundidad requerida ante una Juve un tanto estática que apostó por cerrar los
accesos de entrada a su arco pero no supo crear opciones de gol.
En un error
defensivo, la Juve marcó mal en un saque de banda y Lavezzi fue derribado por
Storari para una pena máxima que convirtió Cavani. Era el 1-0 a favor del
Nápoles y ya pasaba de una hora el partido.
La Juve buscó
entonces con más decisión la portería rival y el partido vivió sus mejores
momentos. Los de Turín estuvieron cerca del empate pero De Sanctis salvó su
meta. La Juve intentó con todos sus medios pero en un contragolpe Hamsik
ejecutó el 2-0 que terminó siendo el marcador final.
Los ánimos se
caldearon y por poco y se salían de control pero el Nápoles terminó aguantando
y ya nadie pudo mover el marcador.
Triste adiós para
Del Piero que aún así fue ovacionado al término del partido por sus seguidores
en el Estadio Olímpico de Roma y, al mismo tiempo, un bello resurgimiento del
Nápoles que no ganaba nada desde épocas de Maradona.
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