Para nadie fue un
secreto que desde el momento en el que se designó a Múnich como sede de la
final de la Champions para este año, el Bayern se fijó la meta de estar
presente. Cada vez que surgía un problema, los directivos no dudaban en
recordarles a sus jugadores dónde sería la gran final.
Ahora es momento de
motivar a la ciudad entera. Por donde se vaya, se podrán apreciar carteles
significativos y recordatorios con el lema "esto es algo que no vivirás
jamás" y el rostro de Bastian Schweinsteiger. Poco a poco, Múnich se va
pintando de rojo y blanco en todos sus rincones y el volcán del Allianz Arena
se prepara para hacer erupción.
Según los propios
organizadores, se han instalado más de 2,500 vallas publicitarias y 50
pantallas informativas, las cuales han sido distribuidas estratégicamente por
el centro de la ciudad. Múnich se prepara para convertirse en el centro del
universo por unas horas y piensa hacerlo a su estilo, con su futbol.
El Bayern siempre ha
apelado al sentimiento. Es un equipo capaz de grandes logros que se caracteriza
por poner alma, vida y corazón en las ocasiones más importantes y esta vaya que
lo es. Muchos ex jugadores siguen vinculados al equipo. El presidente del club,
Uli Hoeness, formó parte del glorioso equipo que fue tricampeón de Europa entre
1974 y 1976. Sobra hacer recuento de las glorias como Beckenbauer y Rummenige,
que también vistieron los colores.
En la Bundesliga, el
Bayern apenas perdió dos veces en 17 partidos, con 47 goles a favor por 6 en
contra. No hay duda, el Allianz Arena es un fortín y este sábado será su
trinchera. Los Blues tendrán un hueso duro de roer y deberán jugar un partido
perfecto si quieren ganar.
Los alemanes gustan
de atacar, son verticales y muy peligrosos cuando centran al área enemiga, pues
tienen a uno de los mejores rematadores del mundo en Mario Gómez, todo un
panzer capaz de anotar desde cualquier ángulo y quien anotó 12 goles para el
Bayern en este torneo.
El Chelsea sabe
defender y seguramente planteará el partido al contragolpe. Para tener éxito no
deberá cometer errores y necesariamente tendrá que sellar su arco marcando bien
y nulificando los peligrosos centros alemanes. El Chelsea querrá que transcurra
el tiempo para que se presionen los alemanes y esperará su oportunidad para
lanzar un contragolpe que le permita penetrar la trinchera enemiga.
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