Después de 44 años,
el Manchester City ha vuelto a festejar la obtención del título en la Premier
League y lo ha hecho con una remontada épica, digna de un cuento. El partido
celebrado en el Etihad Stadium era vital para mucho más que dos equipos y era visto
atentamente desde todos los ángulos.
El Manchester City
requería ganar por cualquier marcadora para asegurar el título pero se
enfrentaba a un Queen Park Rangers que también se jugaba mucho en el mismo
partido, la permanencia en la Premier League. Al mismo tiempo, el Manchester
United jugaba ante el Sunderland y buscaba una victoria que presionara a los
Citizens.
Mancini enfrentó el
duelo más importante en décadas para su equipo con total calma. Ni siquiera
pidió una concentración especial para este partido. Los jugadores acudieron a
su estadio como lo hacen cada domingo que son locales y su técnico brindó una
breve plática en la que sentenció: "todo lo que quiero es que jueguen
igual que siempre, a tope ante este QPR como lo han hecho ante los demás
equipos".
Sin nada especial,
sin concentración en algún hotel local, con una calma impuesta por el técnico,
los Citizens tenían una cita con su destino y buscarían romper un ayuno de 44
años ante un equipo que se jugaba la permanencia en el mismo partido.
Cuando en el Etihad
se anunciaba el 1-0 a favor del United sobre el Sunderland, Zabaleta anotó el
1-0 a favor del City y con esos marcadores, los Citizens podrían cantar
victoria y se coronarían pero el drama apareció muy pronto en el Estadio cuando
Cissé anotó el del empate para el QPR y tiempo después, Mackie anotó el 2-1 a
favor de los visitantes que le daban la vuelta al partido aún y cuando ya
tenían un hombre menos en el campo de juego.
Nadie lo podía
creer, el colero parecía arrebatarle el título de las manos al hasta entonces
líder de la competencia. La suerte parecía acompañar a sus vecinos, los siempre
ganadores del United. Sin embargo, Mancini se vio forzado a hacer algunos
movimientos y metió a Balotelli buscando más profundidad en el ataque.
Cuando Dzeko anotó
el del empate, corría ya el minuto 90 y entraron al descuento. El partido del
United había terminado 1-0 a favor de los Diablos Rojos y el tiempo se
terminaba par los Citizens únicamente les quedaba el tiempo añadido por el
árbitro para remontar.
Fue Agüero quien
logró el angustioso 3-2 ya sobre el tiempo de descuento. El Kun hizo estallar a
la afición local que enloqueció en los festejos. Un gran gol para una remontada
épica digna del mejor cuento. Un gran guión para un gran momento.
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