La selección
italiana es indudablemente una de las grandes de Europa y el mundo. Es un
equipo habituado a pelear por el título y que tiene mucha historia que presumir
en el futbol. Se han hecho famosos por su férrea defensa y carácter.
Su técnico, Cesare
Prandelli, había encontrado no sólo un buen equipo sino también un estilo
propio con el que la azzurri funcionaba muy bien, con una formación 4-3-3 que
sabía defender y era muy peligrosa en el ataque.
Lamentablemente para
Prandelli y los suyos, justo antes del cierre de preparación para la presente
Eurocopa estalló un escándalo sobre apuestas ilegales y arreglo de partidos que
ha salpicado no sólo a la Serie A y algunas de sus figuras, sino también a la
Selección.
Este escándalo
desvió la atención de muchos de los jugadores y ha llegado incluso al extremo
de obligar a Prandelli a separar a alguno de ellos después de un largo
interrogatorio efectuado por la fiscalía en la concentración del equipo.
Para colmo de males,
los italianos se vieron en la necesidad de cancelar un partido de preparación
debido a los temblores que azotaban la zona en la que se había programado el
encuentro y el último partido de preparación fue un desastre tal que se cometieron
errores básicos en la defensa, la que acostumbra ser la línea fuerte del
conjunto italiano.
Ante esto, Cesare
Prandelli ha reconocido que "somos conscientes de que nos hemos encontrado
en dificultades. Sería más traumático no probar soluciones nuevas que
experimentar en los entrenamientos. Muchos jugadores han trabajado en este
sistema (refiriéndose al 5-3-2 al que podría cambiar el equipo ante
España)", según publica EL PAÍS.
No hay duda de que
Prandelli está siendo sometido a mucha presión que no esperaba porque una cosa
es dirigir a un equipo difícil, complicado, lleno de estrellas y otra muy
distinta es hacerlo en medio de una tormenta.
Prandelli no ha
dudado en aceptar que "los lesionados y las dificultades que hemos
encontrado nos han hecho reflexionar" y acepta que está buscando
soluciones en los entrenamientos y que estas soluciones podrían incluir
variantes en el sistema de juego y en el parado del equipo.
Así mismo, mucho
tendrá que trabajar en el ánimo de sus jugadores para sacar de su mente los
problemas y lograr que se concentren en las soluciones. No para olvidar que
algunos de sus compañeros están metidos en líos pero sí para motivarlos a dar
el extra y salir adelante por ellos mismos. En pocas palabras, lo primero que
necesita la azzurri es salir de su depresión y concentrarse en el futbol.
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